Alrededor de 115 dueños de comercios de bares y restaurantes de Quilmes conformaron la Cámara Gastronómica, Hotelera y de Turismo de la ciudad, a fin de buscar soluciones a los problemas económicos y burocráticos que enfrentan producto de la caída de la economía. El titular de la nueva organización, Alejandro Larumbe, dialogó con El Termómetro y aseguró que “el rubro tiene una necesidad muy fuerte, estamos pasando un momento muy difícil”.
En ese sentido explicó que la conformación de la Cámara nació de un conjunto de necesidades que les era muy complejo sortear de manera independiente, por lo que hoy se encuentran tramitando la personería jurídica. “La gastronomía consume los insumos que más crecieron, como la electricidad, el gas, el agua, los alimentos y bebidas”, explicó al tiempo que aclaró que esos incrementos no pueden pasarse todos a precios ya que los ingresos también están en caída «en algunos casos cayó la cantidad de personas y en otros el ticket promedio. Lo que todos coincidimos es que las personas gastan menos y se cuidan más al momento de pedir».
Además de los incrementos a los servicios e insumos, el titular de la Cámara hizo hincapié en la nueva política de habilitaciones municipales y mencionó la dificultad que tienen algunos comercios para ponerse en regla de manera urgente, a pesar de ser contribuyentes en regla. “Hay muchas inspecciones que están muy bien, pero tenemos una larga historia de desidia donde las reglas no estaban claras. En este estado económico para algunos es muy difícil de cumplir” mencionó Larumbre y agregó: “hay bares que cierran a las 20 horas y se les pide lo mismo que a un bar que trabaja hasta las 2 de la mañana”.
En el mismo sentido sostuvo que “quienes no cumplen con las condiciones son una competencia desleal, pero a quienes somos visibles, damos trabajo y cumplimos, es muy difícil que nos exijan tanto”, a propósito de este último punto agregó que “no todos conocen todo lo que tienen que hacer ni cómo hacerlo”.
Recientemente los representantes de la Cámara se reunieron con el Intendente Molina en un almuerzo donde les plantearon estas y demás inquietudes plasmadas en diez puntos centrales de resolución inmediata. Según resaltó Larumbe, lo primero que pidieron fue “paciencia”. “Pedimos un impasse de tiempo para que juntos pongamos al tanto a los gastronómicos con lo que deben cumplir y cómo deben hacerlo” además adelanto que la próxima semana mantendrán un nuevo encuentro con funcionarios locales.