Por Macarena Ramirez
Cristina Kirchner dejó este martes las formas de sus últimas apariciones públicas enmarcadas en clases magistrales o pequeñas reuniones en el Instituto Patria para mostrarse en un barrio humilde del distrito más populoso del país: La Matanza. Las postales que dejó recordaron a las 2017 cuando la ex presidenta, en modo candidata, creó Unidad Ciudadana, un sello que buscó mostrar, como hoy, ese vínculo con la gente sin intermediaciones.
Por si las referencias no habían quedado claras, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, lo plasmó en sus redes sociales: “En el 2017 nos dijo: Acá comienza todo” puso acompañando la frase con una imagen de las zapatillas de CFK y otra de la recorrida que realizó. Más abajo, el nuevo lema de La Cámpora que lanzó Máximo Kirchner en el acto en Atenas: “Armar de nuevo”.
El desembarco de Cristina en La Matanza sorprendió. Fiel a su estilo hubo un hermetismo absoluto hasta que apenas unas horas antes el periodista Pablo Ibáñez adelantara la visita que había sido acordada la semana pasada cuando el padre Nicolas “tano” Angelotti la invitó a visitar el barrio y la parroquia San José.
“Cristina va a donde la inviten, la invitaron se coordinó y fue”, dijo alguien cercano a la ex presidenta a este medio al tiempo que rechazó rotundamente las especulaciones en cuanto a que la visita se dio mientras el gobernador, Axel Kicillof, se encuentra fuera del país para participar de la asunción de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum. Y aunque reconoció como válidas las versiones que empiezan a posicionarla como posible candidata el próximo año marcó que son sólo “especulaciones”.
Cristina llegó al barrio alrededor de las 12 del mediodía. No había habido ningún anuncio a los vecinos y vecinas de la zona sobre su presencia aunque minutos antes de su arribo los rumores empezaron a correr. La primera actividad fue recorrer un natatorio donde tuvo contacto con chicos y chicas que estaban desarrollando ahí sus actividades, después fue a un centro de jubilados donde se saludó con la gente y en una pequeña tarima habló ante los presentes.
“No conocía al padre Tano pero me decían las cosas que hacían en el barrio, en el centro de jubilados, y todo lo que hace para que no avance el narco, producto del Estado se retira. Les quiero decir que siempre voy a estar ustedes. Estamos en la segunda mitad de la vida pero con mucho para ofrecer a todos. Les pido que sigan trabajando y organizándose. Es lo importante”, dijo allí. La gente pedía “volvé Cristina”.
Después se subió a la camioneta Partner del cura para recorrer los barrios San Petesburgo y Puerta de Hierro donde se realizaron importantes tareas de urbanización durante sus gobiernos como presidenta. Según indicaron desde su entorno la ex presidenta fue con la seguridad que suele acompañarla, más aun después del intento de asesinato, pero destacaron que no tuvo ningún inconveniente “las personas son muy respetuosas con ella”, marcó la fuente.
La cuarta y última parada de CFK, que no estuvo acompañada por ningún otro dirigente político, fue para reunirse con un grupo de jóvenes que está en recuperación por adicciones en la parroquia San José. Con esa actividad cerca de las dos y media de la tarde culminó la actividad que la llevó de nuevo al territorio y abrió un sin número de especulaciones sobre su futuro político, pero especialmente, su futuro electoral.