Por pedido del ejecutivo, el Concejo Deliberante de Avellaneda tuvo su primera sesión del año y si bien se esperaba una jornada tranquila y con pocos expedientes, la presencia de un grupo de vecinas le puso calor al momento.
Una vez que comenzó a sonar el timbre que llama a los ediles al recinto, llegaron los integrantes del oficialismo pero faltaba el bloque opositor de Juntos que llegó unos minutos más tarde ya que estaba atendiendo a las vecinas que se acercaron al Concejo para reclamar seguridad.
Eran unas siete personas en representación de los residentes del barrio Quinta Galli, que esta semana se manifestaron en pedido de seguridad y que pidieron que los atienda alguna autoridad luego de varios robos en las últimas semanas.
Si bien el bloque de Juntos las recibió previo a la sesión, manifestaron su disconformidad por el trato que recibieron de las mismas. Según detallaron a este medio, fueron de muy mala forma y sin entender la diferencia de responsabilidades entre los sectores, ya que le reclamaban a la oposición facultades que son del ejecutivo.
Luego de comenzada la sesión, las vecinas interrumpieron en varias ocasiones pidiendo “seguridad”, lo que provocó el enojo del presidente del Cuerpo, Hugo Barrueco y tras un diálogo intenso se comprometió a recibir la nota que trajeron y se fueron del recinto propinando algunos gritos. Hasta una de las taquígrafas recibió algún reproche.
En lo que respecta a los expedientes a tratar, se aprobó un convenio con la Afip y otro con Banco Hipotecario para el uso de software, se declaró de interés público la pavimentación de la calle Ortega y el pase a planta de unos 70 trabajadores de la salud que se desempeñaron en la comuna durante la pandemia.
Post sesión, el tema de las vecinas fue tema de debate entre oficialismo y oposición, ya que no cayó bien la actitud con la que se manifestaron las visitantes. También algunos aprovecharon para criticar la tarea del secretario de Seguridad, Alejo Chornobroff, quien en estos días cumple su viejo rol de intendente interino.