El Ministerio de Turismo y Deportes, Acumar, el Municipio de Avellaneda y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentaron la puesta en marcha de la instalación de dos Estaciones de Promoción e Interpretación Ambiental en las riberas del Riachuelo, una de ellas en Isla Maciel y otra en La Boca para funcionar a modo de base y punto de partida para circuitos turísticos ambientales.
Esto, que fue celebrado por los distintos organismos gubernamentales, fue criticado por el Partido Obrero argumentando que “esto va de la mano de una fuerte política especulativa inmobiliaria y financiera, en lugares donde el Estado no hace nada para disminuir la contaminación”.
“Parece que Acumar y los municipios tuvieran la intención de tomar el pelo porque estas dos estaciones las van a poner en dos zonas que están altamente contaminadas, no lo decimos nosotros, sino que directamente puede verse con datos claros que hay vecinos que están con altísimos niveles de plomo en sangre, hay olores insoportables y las empresas que están alrededor de esos lugares siguen descargando toneladas de basura por el agua, aire y tierra sin ningún tipo de control”, criticó el dirigente del PO Diego Bubu en diálogo con El Termómetro.
En ese sentido, sostuvo que “esta acción de Acumar junto a las empresas inmobiliarias y bancarias tiene la intención de transformar al riachuelo en un gran negocio inmobiliario a partir de la navegabilidad, extendiendo la zona de Puerto Madero hacia el sur y llenarse los bolsillos de millones de dólares”, mientras “los vecinos de Villa Inflamable, La Boca, Isla Maciel y todos los que viven en la ribera van a seguir sufriendo las condiciones de vida miserables que tienen en la actualidad”.
Aclaró que “la concientización es muy importante”, pero enfatizó que “sólo en Villa Inflamable viven más de 30 mil personas que tienen como contexto de vida cotidiana una laguna de agua fosforescente y no tienen agua potable” y sentenció que “Acumar fue creado hace casi 15 años para sanear el riachuelo y mientras tanto siguen existiendo basurales a cielo abierto, las petroquímicas contaminan el lugar y la gente se sigue muriendo por la contaminación”.
En cuanto a esto último, aseguró que “no existe por parte de Acumar ningún tipo de control”, sino que “las propias empresas contaminantes entran a una página y ahí ingresan cuanta cantidad de sustancia emiten”. Asimismo, afirmó que “desde su creación se transformó en un agujero negro financiero del Estado”.
Además, el dirigente del Partido Obrero insistió en que se trata “del curso de agua más contaminado y de la ciudad (Avellaneda) más contaminados de América Latina” y consideró que “el trabajo de Ferraresi deja mucho que desear para los vecinos de Avellaneda no solo cómo intendente, sino cómo ministro de Desarrollo Territorial ya que no resolvió los problemas habitacionales y mientras mete un tarifazo en las tasas municipales, a las grandes empresas cómo Raizen le perdona impuestos mientras siguen contaminando”.
“No vemos una política positiva hacia los vecinos y trabajadores que viven hace décadas con la contaminación porque no es de ahora, ninguno de los gobiernos anteriores hizo nada. Creemos que los vecinos, trabajadores y estudiantes se tienen que movilizar para hacerle entender al Estado su fracaso”, concluyó.