La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Avellaneda vive un conflicto interno que tuvo cómo consecuencia la toma de la sede por parte de la oposición, que reclamó que la actual conducción le «cierra las puertas» del sindicato y les impide el acceso a la documentación del gremio.
El gremio está encabezado desde hace más de dos décadas por Susana Ferreyra, integrante de la agrupación Verde Blanca, que responde al secretario de la Ciudad de Buenos Aires, Daniel Catalano. En la Provincia es la única seccional que gobierna este sector.
Hace un año, un grupo de secretarios y delegados rompieron con el oficialismo y se fueron a la lista Verde que conduce el titular del gremio a nivel provincial, Oscar de Isasi. Encabezaron la partida la Secretaria General Adjunta Aldana Carrera, una de las que encabezó la toma, el Secretario de Organización Rúben Navarro, y el Pro Secretario Gremial, Martin Delfini.
Desde el sector opositor denunciaron que no había apertura hacia todos los integrantes, no se convocaba a asamblea y no dejaban ni siquiera entrar al edificio a quienes no estaban alineados al oficialismo. Catalano fue a Avellaneda a respaldar a Ferreyra y fue repudiado por algunos de los presentes.
Este semana, desde la lista Verde compartieron una denuncia realizada por una de las trabajadoras del Hospital Perón, por agresiones físicas y amenazas de muerte. Desde un sector del gremio aseguraron que es una práctica habitual hacia los opositores, mientras que otras fuentes del sindicato indicaron que se trataba de una riña personal. La actual conducción ya había recibido denuncias por irregularidades en la gestión y en el 2018 la sede fue allanada en el marco de una causa por entre de certificados médicos truchos.