A través de un comunicado el Partido Obrero (PO) de Avellaneda denunció que a primeras horas del pasado viernes 9 de septiembre, valiéndose de un fuerte operativo policial de la bonaerense y fuerzas represivas locales, se desalojó a tres familias de sus viviendas ubicadas en Hipólito Irigoyen 74 y 84.
“De este modo el municipio, liderado políticamente por Jorge Ferraresi, ministro de desarrollo territorial, vuelve a ubicarse en apoyo a los especuladores, por sobre las condiciones básicas de vida del pueblo trabajador” dicen desde la agrupación de izquierda.
En esa línea explican que la propiedad emplazada a escasos metros de la subida del Puente Pueyrredón, de la Estación Darío y Maxi y del Elefante Blanco, posee un alto valor, que es de interés del Bingo Avellaneda para expandir sus locales y continuar “multiplicando por millones sus extraordinarias ganancias”, exentos de gravámenes impositivos por parte del ejecutivo local y provincial.
“Venimos reclamando desde hace años un acuerdo para poder ser propietarios de donde vivimos. Solicitamos una reunión con el Intendente Chornobroff, pero nunca nos recibió” informa Mery, vecina desalojada.
En el comunicado el PO recuerda que desde hace aproximadamente un año, se aprobó una ley que habilita al gobierno municipal a expropiar terrenos edificados o baldíos donde los propietarios no hayan realizado trabajos en una década y que Hipólito Irigoyen 74 y 84 era el ejemplo. Las tres familias que allí vivían lo hacían con la amenaza constante de desmoronamientos y derrumbes. “Hace unos meses vino una cuadrilla de la municipalidad para apuntar un paredón que estaba por caerse” nos relata Mery.
“El hacinamiento y la crisis habitacional son postales de Avellaneda. El crecimiento de los asentamientos y villas se suma al incremento de familias trabajadoras viviendo en la calle, o hasta incluso sobreviviendo en fábricas abandonas o viejos vagones de tren. Decenas de miles de laburantes que su cotidianeidad se enmarca en paupérrimas condiciones de vida, ausentes de viviendas dignas, redes cloacales y pluviales”, expresa el comunicado y agrega que “las publicidades rimbombantes de entregas de llaves por parte del gobierno nacional son espejitos de colores. Lo entregado es una curita en medio de una sangría.”
Finalmente aseguran que “es necesario y urgente un plan de viviendas populares y obras públicas, bajo control de los vecinos y trabajadores de las barriadas. Esto no solo solucionará la crisis habitacional sino también que provocará una fuerte reactivación en la construcción, multiplicando los puestos de trabajo. Para ello el municipio de Avellaneda cuenta con más de 25.000 millones de pesos no gastados del presupuesto 2021”.