(Por Christian Skrilec)
Avellaneda es “la cuna de la resistencia”, es el año 2016 y su Intendente, Jorge Ferraresi, se pone al frente de la pelea contra el gobierno “neoliberal y cipayo” de Mauricio Macri. Ferraresi se transforma entonces en un paradigma del “kirchnerismo duro”, la mención más benévola de los “medios hegemónicos” lo califica de “chavista”.
Pero Ferraresi no sólo fue enunciativo, si no que se diferenció de la inevitable vocación acuerdista del resto de los intendentes peronistas, por ejemplo, nunca firmó el pacto fiscal propuesto por la ex gobernadora Vidal, entre otros gestos. Pero fundamentalmente, y como todos recordarán, fue el impulsor, financista y vicepresidente del Instituto Patria, la usina ideológica del “kirchnerismo” ante el avance amarillo.
Ferraresi era ultra-k sin concesiones. El día de su asunción por un nuevo período como intendente en diciembre del 2019, rememoró amargamente el día en que Cristina, presente en el acto, había designado al candidato presidencial del Frente de Todos, es más, ni siquiera lo nombró en su alocución.
Pero todo esto es parte del pasado, hoy, a través de un acelerado proceso de mutación digno de un “Barón del Conurbano” y del más rancio pragmatismo peronista, Jorge Ferraresi es una figura de la militancia del “albertismo”, o parte de su creación.
Es posible que su transformación haya comenzado con su llegada, de la mano de Cristina, al Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, aunque el proceso no fue inmediato y en los mentideros políticos se debate en que momento Ferraresi empezó a deconstruir su ADN K.
Podemos situar el primer gesto “albertista” en un acto realizado en Avellaneda hace más de un año. Allí, junto al presidente Fernández y rodeado por todo el gabinete, Ferraresi ensalzó la labor de los ministros, incluso la del por entonces secretario de Comunicación, Juan Pablo Biondi. El mensaje fue claro, sobre todo porque lo hizo semanas después de la rotunda definición de Cristina Kirchner hablando de “funcionarios que no funcionan” y que los que no querían ser ministros o legisladores debían buscarse otro trabajo. Entre las misivas y el discurso, Cristina había apuntado a los que un tiempo después Ferraresi ponderaba.
Después de ese acto, Avellaneda se convirtió en el distrito del conurbano más visitado por el Presidente. Incluso, después de la derrota en las PASO, con excusas de las más variadas, como la recorrida por una feria den Dock Sud. También fueron habitués en lo más caliente la campaña figuras como Jorge Manzur o Matías Kulfas, este último, claramente apuntado por Cristina y los propios por su falta de funcionamiento. Lo mismo ocurrió con Victoria Tolosa Paz, que después de la derrota en las primarias no encontraba demasiados lugares donde la recibieran con agrado. Vale la aclaración, Ferraresi debe estar entre los pocos funcionarios nacionales capaces de generar hechos y eventos en un gobierno que gestiona poco.
En alguna oportunidad, agosto del 2021, también pasó Cristina, pero la relación ya se había enfriado y los tiempos del Instituto Patria habían quedado atrás.
En los últimos días, se conoció que la mesa chica del Presidente Fernández se había modificado, de la misma ya no participan ni el ministro Wado De Pedro ni el diputado Máximo Kirchner, sus reemplazantes son el “albertista” Juanchi Zabaleta y el “neo-albertista” Jorge Ferraresi. En esas reuniones, invariablemente se habla de “post-kirchnerismo”.
Quizás un punto clave para entender lo sucedido sea Máximo Kirchner. La relación entre el exjefe de bloque de diputados oficialistas y Ferraresi nunca fue fácil y las diferencias se fueron acrecentando con el tiempo. No obstante, en diciembre del año pasado, Máximo se presentó en Avellaneda para la inauguración del “Ateneo Néstor Kirchner”, un acto organizado por La Cámpora y su referente seccional el senador provincial González Santalla. También Ferraresi estuvo presente y no dudó en manifestar que la relación entre “Avellaneda y Cristina era inquebrantable”.
La política es esencialmente un arte gestual. Apenas dos meses después, el ministro Ferraresi recibió y difundió su encuentro con el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, quien fue la vos bonaerense más crítica y ríspida sobre la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista. Toda una definición.
Las inconstancias y vaivenes de la política impiden predicciones certeras, pero la certidumbre actual, es que entre las acciones y los gestos, es lógico afirmar que Jorge Ferraresi dejó de ser una espada de Cristina para convertirse un soldado del Presidente.
Gracias por leer.