El Indec informó que en el primer semestre de 2020 la pobreza alcanzó al 40,9 por ciento de la población argentina, una cifra que se traduce a 18 millones de personas que se encuentran en esa situación. En este escenario, el economista Fabián Medina atribuyó el crecimiento a las consecuencias de la pandemia, aunque consideró que los datos del organismo oficial no demuestran el panorama real. Pese a las condiciones actuales, expresó una visión optimista sobre las proyecciones para el próximo año.
“Estos números tienen que ver con el efecto de la pandemia a nivel mundial. La pobreza no se medía en el INDEC en 2015, recién en 2017, y por eso creo que hay que tomar los índices de la UCA para que sean más serios y reales», expresó en diálogo con El Termómetro en referencia al informe que realiza el Observatorio de la Deuda Social de esa institución.
En ese sentido, reparó en la necesidad de hacer el análisis a partir de las mediciones que se hagan de una misma forma para que la información sea correcta y permita tomar decisiones.
«Es la realidad que tenemos y no es la que alguien quisiera, pero hay que gobernar. Si hubiese sido la gestión anterior, la pobreza hubiese trepado a valores más altos porque no hubiese habido ATP ni IFE», agregó.
Si bien todavía no hay certezas ni definiciones respecto a lo que sucederá con el Ingreso Familiar de Emergencia surgido como “medida de contención”, el también docente de la Universidad de Buenos Aires estimó que “a partir de febrero se va a convertir en la renta básica universal”.
Además, evaluó que también habrá una disminución en los gastos estatales una vez las empresas vuelvan a la actividad y disminuya el aporte para el programa Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción.
Por otra parte, el analista mencionó que, de acuerdo a las estimaciones previstas, este año va a cerrar con una inflación promedio de entre 28 y 30 puntos, y se espera que el próximo esté cerca de los 25. En esa línea, consideró que “los que hablan de cifras más altas están buscando su rédito político».
“Hay economistas que juegan como políticos y no están sincerando la realidad ante la gente», manifestó y, pese a que admitió que hay preocupación por la economía, se mostró con optimismo con miras a un futuro no tan lejano.
“Vamos a salir bien parados a finales de diciembre con la negociación de la deuda y el Estado va a poder estar más presente», concluyó.