En una escena más del panorama crítico que atraviesa el país, el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) dio a conocer que en el último año se perdieron 250 mil puestos de trabajo registrado. Las cifras se sustentan en datos de la Secretaría de Trabajo y Empleo.
“La caída del empleo es preocupante y parte de un fenómeno recesivo que no encontró piso, los indicadores de marzo y abril en materia de actividad marcan que se volvió a quebrar ese piso y no parecen haber vectores de recuperación. No aparecen mejores perspectivas al menos en el corto plazo”, señaló a El Termómetro el economista Sergio Chouza, integrante del equipo que realizó el informe.
En cuanto a la distribución por regiones, señalaron que los mayores niveles de destrucción se registraron en el Gran Buenos Aires y en los grandes centros urbanos de Córdoba, Santa Fe y Mendoza, donde la caída “es incesante”.
“Los sectores que más sufren son los de la industria desde hace tres años, es una cuestión muy dramática en la que se destruyeron casi 70 mil puestos de trabajo en el último año (…) De las 24 jurisdicciones, en 21 cayó el empleo formal», agregó.
De manera puntual, el reporte indica que “las reducciones de puestos de trabajo más significativas son las del sector industrial (-69.000), comercio (-44.000), transporte y comunicaciones (-19.400) y actividades inmobiliarias y empresarias (-10.000).
«No hay sector de la industria que tenga algún repunte. También está siendo golpeado el sector del comercio, que se está destruyendo a una velocidad”, expresó el analista y remarcó que los únicos sectores que tienen una leve mejoría son las actividades primarias como la pesca y la agricultura, o los servicios públicos y la enseñanza, No obstante, dejó en claro que tampoco son demasiado relevantes para el impulso de la economía ya que “80 por ciento de la actividad en los centros urbanos se explica por el consumo”.
En tanto, ratificaron que “2018 terminó cerrando con indicadores laborales notablemente deteriorados en relación a 2015” porque la desocupación trepó al 9,1% mientras que la subocupación alcanzó el 12%,y las perspectivas para los próximos meses no son auspiciosa”. Incluso, aseguran que “la tasa de entrada al mercado laboral está en los niveles más bajos desde la salida de la crisis del año 2002”
“No se observa que se frene la caída del empleo. Las empresas prácticamente no están incorporando empleados, hoy la tasa de entrada está en niveles como los del 2001”, enfatizó.