La diputada nacional por el FIT y delegada ferroviaria Mónica Schlotthauer dialogó con El Termómetro sobre el paro de trenes que finalmente fue levantado por la conciliación obligatoria dictada por el gobierno y sobre la realidad del sector. “Nuestro salario sigue bajando de manera estrepitosa”, aseguró.
“Entendemos que el paro de trenes era justo, hasta marzo tenemos un 3 por ciento de aumento que no tiene correlación con la inflación. Nuestro salario sigue bajando de manera estrepitosa. El reclamo es que aumenten los sueldos y es justo», resaltó la diputada respecto de la medida de fuerza.
En ese sentido agregó: “En el ferrocarril estamos atravesados por el plan de despidos que ya anunciaron 6 mil. Tiene que ver con el plan de privatizar los ferrocarriles, algo en lo que estamos en contra sobre todo de la carga que siempre dio la riqueza al país, si cobras eso podrías sostener los ferrocarriles de pasajeros y hacerlos crecer para volver a tener la red que supimos tener».
“Lo que es mas invisible por el silencio traidor de nuestros dirigentes son los despidos que ya estamos teniendo. Hace un año que está éste gobierno que quiere deshacerse del país para que vengan las corporaciones por el litio y los recursos nacionales», denunció e insistió en la necesidad de una medida cómo el paro de trenes para visibilizar estas situaciones.
Asimismo remarcó que “lo mas grave, de fondo, es que ese plan ya fracaso, no es que lo privado anduvo mejor» y enfatizó que ”los privados vienen a saquearte las empresas y cuando no les sirve mas, se van».
Consultada por la posibilidad de la extensión de las sesiones, sostuvo que «no hay agenda en el gobierno», y que “el principal problema para extender las sesiones es lo que pasó con Ficha Limpia que Cristian Ritondo era abanderado de Ficha Limpia y apareció sucio con un montón de bienes que no tiene cómo explicarlos».
Por último se refirió a los rumores sobre un posible proyecto para derogar la ley del aborto y aclaró que “al Congreso no ingresó nada», pero subrayó que “casi todos los gobiernos de ultra derecha tienen programas económicos distintos, pero hay un punto que los une a todos y es que están en contra los derechos de las mujeres».