Esta vez la conducción política de los municipios de la región tuvo una rápida reacción ante la feroz tormenta que se desató en la madrugada del domingo. Los apagones, la voladura de techos, la caída de árboles y postes, y las zonas inundadas fueron un denominador común en los distritos de la zona.
Hasta la noche del domingo, el desastre producido por la intensidad del viento y la lluvia no estaba superado, pero al menos se observó una importante voluntad de trabajo que llevó tranquilidad a los vecinos. Obviamente que la atención fue despareja, ya que mientras algunos barrios recibieron una respuesta casi inmediata otros seguían esperando varias horas después que la tormenta había cesado. No siempre los recursos humanos y materiales son suficientes ante la demanda.
En Lanús, el intendente recién asumido, Julián Álvarez, se puso al frente de un operativo que convocó a casi mil empleados municipales para limpiar las calles del distrito, y comunicó rápidamente a través de las redes sociales que los vecinos reclamen a Edesur ante situaciones de cortes y cables caídos. Horas después seguía reclamando una respuesta adecuada de la empresa que provee el servicio eléctrico.
En Berazategui, Juan José Mussi puso a trabajar varios grupos de cuadrillas para dar respuesta a los reclamos de vecinos, fundamentalmente en lo que tenía que ver con árboles caídos y corte de cables.
En Quilmes, Mayra Mendoza supervisó personalmente las tarea en la localidad de Don Bosco, y explicó que se priorizaría la liberación de las calles y la intervención en los lugares del distrito donde haya riesgos de accidentes relacionados con la tormenta, dejando la limpieza de calles y plazas para una segunda etapa.
En Lomas de Zamora, el Intendente Federico Otermín encabezó una reunión con el Comité Operativo de Emergencias del Municipio para monitorear el impacto del temporal y articular la asistencia a los vecinos afectados del distrito.
En Almirante Brown, Mariano Cascallares se instaló en el centro de Monitoreo, para evaluar los daños sufridos por el temporal al tiempo que dispuso equipos de municipio para asistir a los vecinos.
En Varela, donde el temporal también pegó con dureza con el agravante de inundar más zonas que en los municipios vecinos, Andrés Watson dispuso tareas de saneamiento hidráulico, liberando sumideros y recolectando los deshechos arrastrados por el agua.
Avellaneda, fue uno de los lugares donde más daños estructurales se produjeron a consecuencia de los vientos, que provocó un sin número de voladura de techos y derrumbe de estructuras, hasta ahora, sin víctimas. En ese marco, el municipio conducido por Jorge Ferraresi comenzó con las tareas de asistencia desde temprano.
En síntesis, ante el desastre climático hubo una respuesta acorde. Lo que podría haberse evitado con mejores controles, mantenimientos o servicios, deberá ser evaluado una vez superada la situación.