Cien mil. Es ese el número objetivo. En Lanús, entre las dos fuerzas que hoy pelean la intendencia, Unión por la Patria y Juntos por el Cambio, hay algunos análisis en común, uno de ellos es que la elección será pareja, cabeza a cabeza, y el que supere los 100 mil votos en octubre gana. El trabajo territorial está a pleno y buscando votantes hasta en los pozos de las calles. Allí es donde el circuito 260, Lanús Este centro, aparece como un espacio central en la batalla por el municipio.
Lo que dejaron las primarias es que Unión por la Patria fue el espacio más votado con algo más de 95 mil votos, y con Julián Álvarez ganador de una populosa interna. Detrás quedó Juntos por el Cambio, con 83 mil votos y Diego Kravetz que fue el candidato individual más votados.
Si bien en la carrera a la primera meta de los 100 mil parece que el peronismo corre con ventaja, desde el oficialismo sentencian que llegaron a su techo en agosto. «Julián no tiene donde crecer», aseguran, aunque reconocen que si sube la boleta nacional de Sergio Massa empujará la local.
En Juntos ya prepararon las tijeras. Esas mismas que usaron en 2019 para dar vuelta los 27 mil votos de diferencia que en ese momento Edgardo Depetri tenía, como ganador de la interna peronista, sobre Néstor Grindetti.
¿Por qué Lanús este se vuelve importante? En 2019, otro contexto nacional inmerso en la grieta K vs AntiK, Grindetti tuvo un enorme corte de boleta a favor y sacó casi el 60 por ciento de los votos del circuito 260. Es decir, la gestión local muestra que tiene un techo alto en ese electorado.
En las últimas PASO, JxC ganó el circuito pero por apenas dos puntos, 39 a 37, en votos cosechó 8954 contra los 8488 del peronismo, segundo el recuento provisorio. Hace cuatro años la diferencia en las primarias ya había sido de 8 puntos.
Varios factores pudieron haber incidido en este cambio. El primero, el más obvio, es la aparición de una tercera fuerza con potencia electoral como la Libertad Avanza de Javier Milei que hizo mella en el voto oficialista. Los libertarios se llevaron unos 3800 votos, que en un análisis general en 2019 parecen haber sido de Juntos por el Cambio.
Pero hay otro dato. Desde el oficialismo entienden que fue central la campaña que hizo Nicolas Russo en la zona, su barrio. Si bien Alvarez ganó todos los circuitos, Russo quedó segundo en este cerca, y cosechó casi 3000 votos.
Con las tijeras en la mano desde Cambiemos ven cerca de 7 mil votos aspiracionales entre lo que se llevó Milei y lo que cosechó Russo. A diferencia de lo que pasa con otros votantes peronistas, no los ven orgánicos a la estructura partidaria sino un voto de clase media que busca un perfil de centro. En la oposición tiene una lectura similar por eso el actual diputado y ex presidente del Club Lanús apareció pegado en varios actos a Julián Álvarez.
Lanús Este muestra también un bajo nivel de participación. Cuando a nivel municipal fue del 66 por ciento (también bajo) en el 260 llegó apenas al 62 por ciento. La zona tiene un electorado con edades más avanzadas que otros, un sector muy ligado a Juntos por el Cambio, desde donde ven otra ventana para recuperar votos.
Con poco más de 39 mil electores no es la zona más populosa del distrito (Monte Chingolo tiene 58 mil y Diamante/Jardín 54 mil), sin embargo, el potencial de corte de boleta puede ser central para Juntos por el Cambio. Al mismo tiempo, el peronismo necesita retener todos los votos que cosechó en agosto especialmente los de Russo. En una elección cabeza a cabeza, un voto puede hacer la diferencia.