por Ezequiel González
Luego del renunciamiento de Mauricio Macri comenzó a aclararse el bosque del principal frente opositor. Juntos por el Cambio parece dirigirse a una interna a nivel nacional con, por lo menos, dos contrincantes. Esa línea se repite en la Provincia de Buenos, donde desde hace semanas intentan acordar una ingeniería electoral que deje a todos los sectores contentos y establezca las reglas de la competencia. Sin embargo, ese acuerdo no llega. Cada sector puja por sus intereses. Ni el propio ex presidente pudo mediar y dejó la resolución a la mesa bonaerense, aunque les pidió que «sean generosos», algo que cada uno entendió como quiso.
Pero ¿qué es lo que traba el acuerdo de estrategia electoral en la Provincia? El temor a perder la interna. Buenos Aires será, una vez más, el núcleo de votos que pueda definir la primaria. Así los intereses de los dos candidatos presidenciales Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, chocan con los de los Intendentes que quieren sostener el territorio y ni siquiera la intervención del dueño del partido puedo calmar las aguas.
El del lunes fue el tercer encuentro del año la mesa bonaerense del PRO que continúa presidido por Jorge Macri, hoy abiertamente candidato amarillo para la sucesión en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue en ese marco que, semanas atrás, los representantes de los Jefes Comunales habían aportado la idea de una elección con el formato Y. Esto es que haya internas en todos los niveles pero que la boleta de los Intendentes pueda llevar a todos los candidatos. La propuesta era, en principio, para los 17 municipios que gobierna el PRO en PBA.
La premisa era preservar los territorios, evitar heridos de la interna y fortalecer la construcción local. No hablaban por ellos solos, también lo hacían por las 33 intendencias radicales que aspiran al mismo trato cuando la discusión avance dentro de la alianza.
La primera propuesta para sumar a la mencionada, es que se abra a algunos distritos donde hay candidatos «fuertes». Esto beneficiaria al sector de Diego Santilli. La realidad es que Larreta se quedó con varios de los ex «sin tierra», la mayoría que viene presentándose a elecciones desde 2015 o 2017, y que en las encuestas sostienen una mejor performance que sus rivales, en muchos casos únicamente por un mayor conocimiento.
Se habló de establecer parámetros para determinar esa candidaturas, como cierto un posible piso de votos en las últimas dos elecciones, 2019 o 2021 que avalen a esos candidatos. un ejemplo sería el ex intendente de Quilmes Martiniano Molina que hoy responde al Jefe de Gobierno porteño y que en 2019 a pesar de perder el distrito hizo la mejor elección de toda la tercera sección. Pero la medida podría ser un arma de doble filo a los intereses porteños. Surgen ejemplos como el de Avellaneda, dónde hoy se multiplican los aspirantes a contendientes de Jorge Ferraresi, pero con estos parámetros la candidatura debería quedar para el hombre del sindicato de empleados de Comercio, Orlando Machado, quien encabezó la lista de 2021 que sacó casi un 39 por ciento de los votos y responde a Néstor Grindetti.
Esta idea trazaba un complejo mapa y levantaba críticas dirigentes en varios distritos que arbitrariamente quedarían sin chances. Así la última opción de este sector fue discutir cada caso de los 135 municipios.
“El consenso que hay es preservar la posición de los intendentes y hacer una revisión caso a caso, todos los distritos tienen una condición distinta” contó Adrián Urreli, vicepresidente de la Cámara de diputados bonaerense y mano derecha de Grindetti a El Termómetro sobre la discusión interna luego de la reunión con Macri y aclaró que “Mauricio es partidario de unificar en la parte legislativa”.
De esta forma, la ingeniería electoral podría mostrar una boleta con competencia en las candidaturas ejecutivas a Presidente y Gobernador, listas de unidad a Senadores y Diputados nacionales, así como a la Legislatura, y definir en los municipio según corresponda.
Sin embargo, la verdadera piedra en el zapato es el sector de Bullrich. Como estrategia electoral, pensando en la interna nacional, la ex ministra quiere competir con listas enteras de extremo a extremo. Así lo confirmó a El Termómetro su armador provincial, Sebastián García de Luca: “Nuestros candidatos van a ser quienes trabajen por la candidatura de Patricia Bullrich, ese es nuestro criterio, no que sean neutrales y lleven a otros candidatos”
La discusión distrito por distrito llevaría a casos particulares. Así Municipios como Lanús o Vicente López podrían evitar una interna pero aparecen otros como La Plata o Tres de Febrero donde las diferencias se acrecientan. El bullrichismo no acepta a los Jefes Comunales que se inclinaron fuertemente en favor de Larreta. Julio Garro es uno de ellos y ponen a la Capital bonaerense como el ejemplo de la necesidad de competir. Es más, la Presidenta del PRO tiene multiples aspirantes como Daniel Lipovetzky o Juan Pablo Allan.
De la reunión del lunes con Macri salió otra discusión. El Larretismo planteó que Mauricio preferiría una lista única. Hablan de copiar la solución cordobesa, donde se midió por encuestas y a pesar de la paridad, De Loredo se bajó para que Juez sea el único candidato. El resto lo rechaza, pero en especial Cristian Ritondo quien hoy todavía está atado a una posible candidatura de María Eugenia Vidal, que estira la incognita de su postulación y con ella un posible acuerdo del ex ministro de seguridad bonaerense con Bullrich. En ese marco, Grindetti espera que la Presidenta del PRO lo anuncie como su candidato en los próximos días, mientras resiste la amenaza de Joaquín de la Torre de irse con Javier Milei si no lo dejan competir.
El hombre de San Miguel era un nexo de Juntos con el libertario a través de los pañuelo celeste, algo que los acercó en durante la votación de la Ley del Aborto Legal, Seguro y Gratuito y que tiene a su hermano como intermediario.
Pero no es en lo único en lo que no acuerda. Durante en la reunión Macri pidió ser «generosos» en las decisiones y «poner por delante al proyecto». La misma frase tuvo varias interpretaciones, para un sector la generosidad consiste en abrir el juego de las internas, incluso en los distrito, y no aferrarse a las sillas. Para otros es «entender la realidad», analizar quién está mejor y acompañar a ese. Santilli, presiona por esta última opción ahora que se sacó de encima un posible veto del ex Presidente.