Por Macarena Ramírez
En la noche del jueves miles de familias, hombres, mujeres, niños y niñas fueron a la cancha. Un hombre, César Regueiro, murió, cientos de personas resultaron heridas, niños incluidos. Miles de hinchas quedaron atrapados en la cancha, con las puertas cerradas, intoxicándose con los gases, un policía le disparó a pocos metros a un camarógrafo. Cuando apareció Berni le echó la culpa a la organización por sobre venta de entradas, las imágenes del accionar criminal de las fuerzas de seguridad bonaerense ya circulaban en todos los teléfonos y canales de televisión. Es hora Kicillof, el tiempo de Berni se terminó.
El ministro de Seguridad bonaerense (también la organización) es responsable del desastre ocurrido en La Plata. Es una más de tantas que se acumulan en el haber de Berni, que es respaldado una y otra vez por el Gobernador pese a las críticas de los vecinos, de la dirigencia de su propio espacio político y de los más reconocidos organismos de Derechos Humanos del país.
La oposición ya plantea el juicio político al funcionario, lo informó el diputado provincial Daniel Lipovetzky, la dirigencia oficialista repudia el accionar policial y apunta también al ministro. Ya no hay margen para sostener a un hombre que defiende los abusos policiales y sostiene la campaña de la mano dura con pésimos resultados, inserto en un espacio político que se jacta de no reprimir y levanta la bandera de los Derechos Humanos.
Al estilo Patricia Bullrich tras la muerte de Santiago Maldonado, Berni le echó la culpa a los “problemas cardíacos” de Cesar Regueiro, por su fallecimiento durante los incidentes. Lo refutó la hija del desgraciado hincha de Gimnasia, Regueiro no tenía antecedentes cardíacos, y aunque los hubiera tenido, murió porque se estaba ahogando con los gases, no mirando la televisión en su casa. «A mi papá lo mató la policía, él no sufría del corazón». No más palabras.
“Es inaceptable”, afirmó la presidenta del Instituto Cultural, la platense, Florencia Saintout. De “brutal represión” habló la diputada nacional, también platense, Victoria Tolosa Paz. La senadora nacional Juliana Di Tullio calificó el hecho como “salvaje represión”.
El comunicado enviado por la provincia de Buenos Aires, 12 horas después de la represión huele a poco, muy poco. Kicillof decidió apartar al jefe del operativo, Berni se queda, y se va a esperar la investigación judicial “para que se determinen las responsabilidades de los hechos ocurridos” y dicen “seremos estrictos con las sanciones de quienes no hayan cumplido su deber”. Se olvida de la responsabilidad política de lo ocurrido, que es la de su Ministro. Es hora.