«Necesitamos tener un plan que mantengamos en el tiempo. No puede ser que cada presidente nuevo parezca un fundador y que todo lo que hizo el anterior es una basura y haya que tirarlo, así no se construye», así cerraba su charla Horacio Rodríguez Larreta ante un centenar de personas que se acercaron a dialogar con él en la Plaza Raúl Alfonsín, de Lomas de Zamora. Como respuesta a las dudas que le presentaban repitió la necesidad de «tener un plan». Fue la primera de cuatro actividades en distintos barrios del distrito, todas apuntadas a mostrar cercanía con los vecinos, una filosofía de trabajo político que el Jefe de Gobierno porteño busca replicar en el conurbano con sus referentes.
Fue la quinta visita de Larreta a Lomas de Zamora en un año y medio. El distrito, corazón del conurbano bonaerense, es uno que entienden estratégico para sus expectativas de crecimiento de caudal político. Todas fueron junto a Guillermo Viñuales, el ex funcionario de Insaurralde que hoy busca enfrentarlo en las próximas elecciones municipales y que puede entenderse como uno de los dirigentes del pan peronismo que días atrás criticó Elisa Carrió.
A pesar del día, cerca de un centenar de personas se acercaron a la plaza «Libertad y Democracia, Raúl Alfonsi», mismo escenario que el año pasado acogió a Diego Santilli, acompañado en ese momento por Martín Loustau en la previa las elecciones legislativas. «Les agradezco a todos por venir y a quienes no pudieron venir o tienen miedo de sufrir represalias por venir», cerraría diciendo Viñuales en el encuentro y señaló que «hoy no es fácil hacer un acto en Lomas, todo lleva mucho esfuerzo y estamos en 2022», en referencia a que no es un año electoral.
La jornada en el distrito comenzó con un café con legisladores y dirigentes de Juntos. «Invitamos a todos los sectores, no hacemos internas», señaló a El Termómetro uno de los armadores del Jefe de Gobierno porteño y al café asistieron todos. Como dato de color sentaron al lado de Larreta al referente local de la Coalición Cívica, para señalar que no hay animosidad con Lilita.
No solo asistieron los dirigentes amarillos, parte del radicalismo local participó del café y una cara llamó la atención, la del ex diputado provincial Marcelo «Oso» Díaz, histórico armador de Margarita Stolbizer, hoy alejado del GEN y de vuelta en representando su tradición boina blanca.
Un grupo de esos dirigentes hizo las cinco cuadras que los separaban de la plaza para acompañar mandamás porteño en la plaza con vecinos.
«A cada lugar que voy hago lo mismo. Lo hago en la ciudad donde gobierno y lo hago hace 15 años todas las semanas», contó Larreta sobre su política de cercanía. Hay una decisión desde su armado de trasladar esta forma de construcción a sus referentes en los distritos. Uno que lo tomó a pecho es Martiniano Molina en Quilmes, quien repite los encuentros vecinas en distintos barrios del distrito.
La lógica de los encuentro es que sean abierto y permitan a quienes participen preguntar u opinar. Se toman entre 15 y 20 preguntas de los presentes y luego los dirigentes intentan responder los temas generales: en Lomas fue la inseguridad; la situación económica y picó en punta la frase «basta de mantener vagos».
«Esto tendría que ser habitual, un dirigente político hablando con los vecinos», elogió Viñuales al llegar y lanzó: «No conozco ningún dirigente del Frente de todos que pueda hacer lo mismo. No conozco a nadie del Gobierno que pueda caminar con los vecinos y explicar lo que hacen».
Y en una referencia clara a Mauricio Macri, volvió a destacar la figura de Larreta: «Vos representas un cambio pero un cambio calmo y maduro». Y cerró agradeciendo al referente del PRO por venir y sosteniendo que «Lomas no se va a resignar a quedar en manos de la Campora».
«Voy a venir todas las veces que sean necesarias para ayudar a nuestro equipo de Lomas a ayudar la elección», le devolvió el centro Larreta pero aclaró: «No alcanza con ganar la elección hay que transformar Lomas, la provincia y el país entero».
Durante media hora o cuarenta minutos los vecinos se expresaron, con historias diversas, algunos comerciantes, otros simples vecinos, algún militante en el medio, un policía fuera de servicio que denunció «corrupción» e irregularidades en la salada y un hombre que pidió la pena de muerte al que no trabaje.
Cuando todos terminaron, Larreta comenzó su discurso evangelizador por la «necesidad de un plan». Quien plantea lo mismo es el Gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales, y lo hace para contraponer la gestión de Mauricio Macri que en 2015 llegó a la presidencia sin una idea clara de gobierno.
El Jefe de Gobierno Porteño arrancó por la seguridad, aseguró que se puede mejorar la situación en el conurbano: «Lo hicimos en la Ciudad, hoy tenemos los mejores índices de la historia. Es decir se puede mejorar. Se que no todos los lugares son iguales a otros, no hay que copiar lo que se hizo en otro lado, pero si se pudo también se puede en Lomas y la Provincia».
Pero aclaró: «Nada se hace de un día para el otro pero no hay soluciones mágicas, se hace con un plan». Los tópicos pasaron por planes sociales y educación, donde defendió la decisión de la Ciudad de quitar la ayuda social a los padres de los niños que asistan menos del 85 por ciento de las clases en el año. Y el clamor fue el tema económico: «Siempre se dijo que Argentina es un país rico, hoy no es un país rico. Con un 40 por ciento de pobreza no es más un país rico. Pero se pueden levantar, revertir la situación, sí, pero no es fácil».
Para hacerlo, según Larreta «hay que hablar crudamente y decir la verdad»: «Necesitamos tener un plan que mantengamos en el tiempo. No puede ser que cada presidente nuevo parezca un fundador y que todo lo que hizo el anterior es una basura y haya que tirarlo, así no se construye. Cuando cambie el Presidente puede cambiar alguna cosa, pero el rumbo debe ser el mismo, no podemos ir de un lado a otro. Estamos en un péndulo que con cada ida y vuelta estamos más bajos. Esa es la historia de la Argentina».
El encuentro cerró con besos y fotos con los presentes y la excusa de tener que irse. Los otros encuentros fueron en Temperley, Banfield y Villa Albertina, donde ayer asesinaron un joven y Juntos entiende que se «cruzó el límite de la inseguridad».