El especialista en salud mental y adicciones Gabriel Avena dialogó con El Termómetro respecto de los folletos que circularon en Morón, en el marco de una campaña de reducción de daños por consumo, y que causaron amplios debates.
“Asistimos a una tergiversación de lo que son las políticas de reducción de daño que surgen en los 90 en un contexto epidémico, el de sida, y el consumo de heroína en Europa que compartían jeringas. Fue uno de los primeros programas de reducción de daños, se les daba a las personas una jeringa nueva para que no use una usada y se contagien la enfermedad, HIV y Hepatitis B. En ese momento me parecía algo raro y que podía fomentar el consumo, pero a los 12 meses nadie que no consumía drogas vino a buscar jeringas y la enfermedad se redujo drásticamente. Hay que pensar políticas públicas también para ese colectivo que va a seguir consumiendo drogas”, explicó.
Por este motivo, al referirse a la campaña realizada en Morón fue contundente y lo calificó de “una vergüenza y una paparruchada”. Además, sostuvo que “hace 50 años que la Argentina no tiene una política de consumo de drogas” y subrayó que “una política, o estrategia de reducción del daño se llevan a cabo de otra manera, no en una plaza pública, repartiendo folletos a toda la gente, de la cual probablemente el 99 por ciento no utiliza drogas”, sino que “se hace en lugares específicos con líderes sociales que tienen legitimidad en la comunidad que consume drogas, pero que cree en un consumo responsable”.
“Estamos viendo una sobre oferta de drogas digitada en el narcomenudeo en complicidad con la policía local y algún político de turno. Claramente acá hay que ver que hay un problema de fondo y lo que lo hace más grave en la argentina es la vulnerabilidad social en la que se dan esos consumos. Todo esto es un desastre, lo que vimos es un desastre, habla de cómo somos y que las políticas se construyen desde la intuición”, criticó.
Siguiendo esa línea, añadió: “Nos quieren hacer creer que el consumo de marihuana es mejor que comer chocolate o tomar una gaseosa. Hay una legitimación del consumo del cannabis que está haciendo mucho daño, porque el consumo puede darse en una persona de 30 años. Ese discurso está dirigido a niños y adolescentes que no tienen su cerebro sellado, cosa que ocurre a los 25 años, y que consumen todos los días. Cada vez más veo que a los 15 años tienen trastornos neurocognitivos. Esta epidemia de cannabis que está haciendo mucho daño en los jóvenes lo vamos a pagar en las generaciones futuras».
También remarcó que “esta iniciativa barata, intuitiva y nociva va dirigida a una población que no necesita ese tipo de información” y reiteró que “hay que hacerlo con interlocutores legitimados, de una ONG donde hace una población objetivo para la que esa información sea útil”.
“No hay políticas públicas en la argentina de salud mental y adicciones y esto es gravísimo, el cannabis de hoy es lo que era el tabaco hace 30 años. Estamos muy mal y vamos peor, y hoy tenemos una Sedronar que es una unidad básica”, disparó.
Por último, Avena hizo hincapié en el consumo de alcohol: «Hace 30 o 40 años las industrias cerveceras se dieron cuenta que venían perdiendo la batalla con otras, y decidieron ir a la búsqueda de los jóvenes y adolescentes y ahí es cuando le declara la guerra a las gaseosas. La industria Cervera fue muy inteligente en eso, los adolescentes consumen más cerveza que gaseosas”.