Tras el anuncio de la suspensión de las clases presenciales durante las próximas dos semanas, desde SUTEBA remarcaron que si bien los niveles de contagiosidad no aumentan dentro de los establecimientos educativos, la decisión el Gobierno nacional constituye una herramienta para tratar de frenar el crecimiento de los casos dentro de una comunidad.
“No es adentro de la escuela donde existe el contagio en la medida que los protocolos se cumplan, pero las escuelas no son islas”, expresó en diálogo con El Termómetro la secretaria adjunta del gremio, María Laura Torre, aunque remarcó que “no alcanza solamente con pensar que restringiendo sólo la presencialidad, sino que tiene que estar en un paquete que contenga un cuidado más estricto”.
De acuerdo a la disposición que anunció anoche el presidente Alberto Fernández, la presencia de docentes y alumnos en las instituciones escolares estará suspendida entre el lunes 19 y el viernes 30 de abril, algo que sorprendió porque en horas de la tarde el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, había desestimado esa posibilidad.
En este punto, la dirigente gremial remarcó que se esperaban acciones diferenciadas de acuerdo a los distintos escenarios del país y señaló que ahora están a la expectativa de lo que pueda decir el gobernador Axel Kicillof.
En tanto, reiteró que “dentro de las escuelas no hay un contagio porque los protocolos se cumplen” pero que la cantidad de personas y “burbujas” aisladas tiene que ver con que “aumenta la circulación del virus en la comunidad. Y en eso destacó “la responsabilidad de las y los intendentes”.
“Eso no aumenta en la escuela porque inmediatamente se aísla al grupo. La población depende de cómo se cumplan los protocolos en esos Municipios”, manifestó.
Desde su óptica, Torre indicó que pese a que “no hay nada que reemplace a la presencialidad, cuando se toman estás decisiones por parte de un estado responsable no puede entrar en debate lo que los alumnos van a prender.
“Esta suspensión es transitoria y esperamos que así sea, y que la situación terrible que vivimos sea transitoria. No hay que pensar en debates falsos”, observó.
De la misma manera, reiteró que “el deseo es que con todas las medidas que se tomaron y las que se tomen, con un control que tiene que ser estricto y la responsabilidad individual que tiene que ser alta, en estos 15 días se pueda aplanar la curva y volver rápidamente a la presencialidad”.