El peronismo celebra 75 años del día que miles de trabajadores se movilizaron a la Plaza de Mayo para pedir, al gobierno militar de Farrel, la liberación de Juan Domingo Perón, la génesis del movimiento. Para el escritor y licenciado en Letras, Carlos Caramello, la lealtad es «un valor que está absolutamente devaluado en la dirigencia política», considera «constitutivo» de la fuerza al antiperonismo y asegura que el único «peronómetro» que acepta es acercarse al adversario: «si te abrazás con Macri no sos peronista».
El autor, junto a Aníbal Fernández, de Zonceras Argentinas al Sol dialogó con El Termómetro Radio, en el marco del día de la Lealtad y analizó la actualidad del movimiento.
Caramello citó a uno de sus últimos artículos al señalar que es de los que «avalan las teorías que el peronismo lo único que vino a hacer es ponerle nombre al antiperonismo, el cual es precedente y por lo tanto es constitutivo». «El peronismo nace, cual movimiento revolucionario, como una reacción a sistemas de opresión que ya no se aguantaban y el factor constitutivo de ese 17 de octubre fueron los patrones, burlándose cuando los obreros iban a reclamarle derechos que Perón les había reconocido. Esos que decían que lo que más odiaban del peronismo era que ahora los obreros los miraban a los ojos. Eso es lo que produce el 17 de octubre», entiende el escritor.
En ese marco, achicó la utilización del «peronómetro», esa vara moral que varios de los partidarios utilizan para medirse: «el problema del peronómetro también es de los patrones. Si me lo dice un peronista no le creo, pero si viene Macri y dice ‘me abrazo con el peronismo’ el que lo abraza no es peronista. Ese lugar es la antítesis del peronismo, es el lugar del adversario. Si algo marca el peronómetro es esa vocación profunda de algunos compañero de coquetear y buscar ser aceptado por el adversario», sentenció.
Asimismo, consideró que «en la esencia del peronismo está la unidad de concepción para la unidad de acción», y diferenció al partido de la necesidad de buscar consensos: «Consenso es el de Washington, porque está pensado con la lógica en la que alguien propone algo y el resto dice que si. Hoy tenemos que tener unidad de concepción, no creo en los consensos».
En el marco del Día de la Lealtad peronista, Caramello fue crítico de buena parte de la dirigencia política actual: «Un valor que está absolutamente devaluado en la dirigencia es la lealtad. Si la dirigencia creyera que la lealtad sea un valor harían las campañas a su alrededor. Pero para el pueblo la lealtad sigue siendo un valor muy fuerte. Eso marca como algunos dirigentes están tan alejados de sus propios compañeros. Lo mismo, para esta época la solidaridad, que no es un solo un valor del peronismo, debería ser recuperado como una herramienta de combate al virus, y ni hablemos de la felicidad, la necesidad de traerle felicidad al pueblo».
Consultado sobre cómo veía que la renovación política entendía este 17 de octubre, el escritor apeló al feminismo: «Hay compañeras jóvenes, de 30 años, que el día de la lealtad les significa exactamente lo mismo (que a otros antes), en términos de quién es el enemigo y cuáles son los valores que se deben ejercer. Capaz cambian las luchas pero estas compañeras en su momento hubiesen estado marchando por el voto femenino y hoy marchan por una ley de despenalización del aborto».
Dentro de la evolución de peronismo, en los últimos años, Caramello ve que «hoy algunos compañeros están demasiado preocupados por su propio futuro». «En estos tiempos que estamos pasando, con una derecha muy violenta, donde estamos rodeados de Gobierno de derecha que han llegado violentamente al poder, no se puede estar dudando, no se puede estar pensando el futuro personal. Me da vértigo ver como algunos compañeros, jóvenes, se preocupan como resuelven su futuro mediato o inmediato», indicó y destacó a la Vicepresidenta de la Nación en el mapa político actual: «Hoy, en la política en general, hay demasiado marketing y poco cuadro. Cristina es un cuadro de pensamiento, tiene esa cosa de Perón de entender la situación filosóficamente».
Finalmente, el pensador del peronismo analizó la figura del Presidente Alberto Fernández dentro del partido justicialista actual: «si un dirigente le endilgó a Alberto falta de peronismo no tiene la culpa, en una entrevista que dio hace poco a perfil dijo dos cosas ‘estoy más cerca del movimiento hippie que de las 20 verdades’ y después dijo ‘se que se van a enojar con esto pero yo soy social demócrata». En mi modesto entender, eso lo dice al que cree que es el lector de perfil, después en un acto va a decir que es peronista y hoy, al final de este recorrido digital le van a ofrecer la presidencia del partido y él la va a asumir. No puedo decir si es más o menos peronista, pero él, de alguna manera, va delineando su personaje dependiendo quién está frente a él. En su discurso de idea del otro día, si vos ves a qué modalidades de producción hace referencia no son las de un líder peronista».