En su primera experiencia como sede del programa Escuelas de Verano, desde la primaria Nº 28 de Quilmes destacaron la implementación de la propuesta en ese establecimiento, donde por estos asiste un promedio de 55 alumnos
“Fue muy bien aceptado en la comunidad, sobre todo porque no se gestionó la apertura de escuelas que son estratégicas. Nosotros abrimos en el contexto de la emergencia alimentaria más allá de la cuestión recreativa”, señaló en diálogo con El Termómetro la directora de la institución, Romina portillo.
Según aseguró, la invitación fue muy bien recibida en la zona ya que en general “hay mucha necesidad”. No obstante, puso el foco en la falta de aperturas en otros barrios, como es el caso de Villa Luján.
En particular, la docente resaltó el funcionamiento del Servicio Alimentario Escolar (SAE) “porque ha mejorado la calidad y el tiempo de entrega” de los productos y viandas que allí reciben. “Durante el año eso no sucedía, hay más control. Nos llaman para ver el horario en que llegó la comida, está más organizado”, observó.
En este contexto, Portillo insistió en la importancia de mantener o incluso ampliar los cupos designados para que los chicos puedan alimentarse y, además, tengan opciones recreativas durante las vacaciones.