Tras la confirmación de los primeros casos en Buenos Aires, las autoridades sanitarias reactivaron las campañas de prevención del hantavirus y recordaron que si bien cada año se registran personas afectadas, “es una enfermedad infrecuente en la Provincia”. No obstante, dispusieron un “alerta epidemiológico” y remarcaron que la novedad en el brote producido en el sur del país tiene que ver con “la posibilidad de la transmisión intrahumana”.
“Es una enfermedad grave, que está entre nosotros hace algo más de veinte años, pero que se ve esporádicamente (en territorio bonaerense). Con lo que pasa en Epuyén, la diferencia es que pareciera que hay mayor transmisión entre humanos”, señaló en diálogo con El Termómetro el jefe de Infectología del Hospital Iriarte, Gustavo Cañete.
La confirmación de la existencia de un joven de Almirante Brown afectado por el virus, que permanece internado en el hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, encendió la alarma en territorio bonaerense. Ante esto, el médico relató que ayer hubo una reunión en el centro de salud quilmeño – así como en otros establecimientos- para analizar la situación y evaluar el protocolo a seguir ante este tipo de situaciones.
“Siempre que aparece un alerta estamos presentes con los médicos para aislar a los pacientes y tomar todas las medidas necesarias”, señaló y reparó en que si bien se trata de “una enfermedad grave que tiene un porcentaje de mortalidad de entre un 30 y un 40 por ciento, se ve esporádicamente en esta zona”.
En el mismo sentido, pese a que recordó que “no todos los roedores transmiten hantavirus”, focalizó en la importancia de estar atentos a los síntomas y acudir al médico ya que se trata de “afecciones nuevas o que reaparecen y ameritan estar alerta”.
“Roedores siempre existieron, cada dos o tres años vemos algún caso, pero esto tiene que ver con un tipo en particular de roedor y en la aspiración de los aerosoles que emanan de la materia fecal o la orina de las ratas. Lo raro es lo que ocurre en el sur”, insistió.