Tras conocerse los resultados de la autopsia de Carolina Medina, la mujer embarazada que fue asesinada en un hotel alojamiento de Florencio Varela, los familiares piden que la causa deje de ser considerada como homicidio simple, y sea caratulada como femicidio. Florencia Casamiquela, abogada defensora de la familia, dialogó con El Termómetro y brindó los detalles del caso.
Según afirmó la letrada, solicitaron al Juez de Garantías Adrián Villagra que el caso sea caratulado como homicidio doblemente agravado por la figura de femicidio y de homicidio cometido con ensañamiento y alevosía, a fin de garantizar que el femicida, Ariel García, sea llevado a juicio oral y público. “A Carolina la encontraron muerta en un hotel con un embarazo avanzado de siete meses, con unas lesiones que dan cuenta de una atrocidad y una crueldad inenarrable, y sin embargo se lo caracterizo como homicidio simple”, criticó la abogada.
En la misma línea, Casamiquela sostuvo: “Notemos que a Carolina le encontraron en el vientre dos botellas de cerveza de un litro cada una. Estamos hablando de un grado de lesiones bestiales. ¿A quien se le ocurre que eso se puede tratar de un juego sexual?, eso nunca puede ser un homicidio simple”.
Cabe destacar que la fiscal que originariamente tomó la causa, la doctora Gisela Olszaniecki asumió recientemente como jueza correccional de Florencio Varela, por lo que la investigación quedó a cargo del fiscal Fellier, quien al momento no solicitó el cambio en la carátula.
“Esto debe tratarse como un femicidio, la víctima se encontraba en ese hotel en un estado de absoluta vulnerabilidad frente a su asesino. Él tenia el control absoluto de la situación, generó lesiones inenarrables y salió del hotel alojamiento con un nivel de impunidad como si nada hubiese pasado”, insistió la abogada.
Ariel García, sospechoso de otros dos femicidios
El 13 de enero de 2017 Silvana Miño desapareció luego de haberse ido de una fiesta en Quilmes, acompañada por Ariel García. Dos meses después su cuerpo se encontró descuartizado en un arroyo de Wilde. Pasados seis meses la autopsia determinó que la mujer había muerto entre el 14 y el 15 de enero, un día después de su desaparición. En ese momento, García fue citado a declarar en carácter testimonial y no fue imputado. Según declaró el acusado, dejó a Miño en una parada de colectivos luego de ir juntos a un hotel alojamiento y no volvió a saber de ella.
El otro caso que pesa sobre García ocurrió en 2010 cuando asesinó con un destornillador a una joven de 22 años. La Justicia lo detuvo pero consideró que se había tratado de un acto de legítima defensa porque, según declaró el acusado, ella lo había amenazado con un cuchillo para robarle. Sin embargo, los familiares de la víctima años aseguraron que ella no tenía antecedentes de robo y sabían que la joven conocía a su asesino desde antes.
“Esto pasa en el país del ni una menos, cuando miles de hombres y mujeres movilizaron en las calles para pedir justicia por nuestras mujeres asesinadas”, concluyó la abogada.