Trabajadores de la fábrica Gaelle iniciaron un acampe en la sede de Avellaneda como respuesta a los despidos que la empresa realizó la semana pasada. La medida de protesta se inició luego de que cincuenta operarios que se ocupaban de la producción nacional se quedaran sin empleo.
“Todo comenzó cuando nos dejaron de pagar el aguinaldo, intervino el sindicato y luego el Ministerio que dictó la conciliación obligatoria. Nos despidieron diciendo que nosotros boicoteamos a la empresa, pero echaron gente que trabaja hace más de 40 años”, relató a El Termómetro uno de los despedidos, Jorge Villalba.
Si bien las instalaciones de Mario Bravo 1965 cerraron sus puertas, la firma sigue en funcionamiento ya que se trata de una compañía esencialmente importadora, con lo cual mantiene en movimiento las áreas de expedición y distribución. No obstante, desde 2015 a la actualidad despidió a un promedio de 300 empleados aunque “en ningún momento presentó el procedimiento preventivo de crisis a pesar de que el Ministerio se lo exigió”.
“No lo presentó porque tiene muchas posibilidades de seguir funcionando, además de publicidades que no puede perder», señaló el hombre y precisó que “armaron una coartada para no pagar las indemnizaciones”.
Frente a esto, después de la manifestación que realizaron el viernes, optaron por la permanencia en el lugar, aunque sin el respaldo de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA)
“El sindicato actuó hasta donde pudo dentro del marco legal (…) el acompañamiento es entre comillas, con alimento, pero no están presentes. A partir de hoy nos quedaremos de día y noche. Nuestros representantes no están, por eso llamamos a nuestros compañeros del calzado para continuar la lucha», expresó.