Este martes el Concejo Deliberante de Florencio Varela protagonizó otro de sus clásicos escándalos. A fin de tratar las rendición de cuentas del año 2016, los ediles del FPV, Cambiemos y el Frente Renovador dieron el quórum necesario para iniciar la sesión, pero tras la intención de la oposición de rechazar el gasto del ejecutivo, los ediles oficialistas se retiraron del recinto. La negativa al tratamiento del expediente provocó la ilegítima aprobación tácita de las cuentas.
Fue el concejal Gualberto Ríos quien dio el puntapié inicial cuando manifestó que “No estamos valorando si es legal el gasto, nuestro voto es político”, dando lugar a que el presidente de bloque del FPV, Antonio Suárez, incite a sus compañeros a abandonar la sesión, seguidos de la Presidenta del cuerpo, Laura Ravagni. El hecho no solo hizo caer la sesión, sino que dejó acéfalo al cuerpo deliberativo, ya que ambos vicepresidentes pertenecen a la misma fuerza política.
En un burdo intento de rememorar sus cortos meses de presidente, Daniel Zisuela, quien preside el bloque massita, bloque que hace más de tres meses no concurre a ninguna de las sesiones del cuerpo, ocupó el sillón presidencial y decidió continuar con las exposiciones de una forma totalmente desprolija, no sin antes deslizar la idea de realizar otra sesión especial para elegir nuevas autoridades.
El acto huelguista del Frente Para la Victoria, se sumó a otro llamativo evento: la ausencia de los concejales de Nuevo Encuentro en el recinto. Ambos ediles decidieron manifestar su rechazo al expediente a través de un comunicado de prensa, alegando “no prestarse al juego del bloque massista y macrista, que sin revisar cuenta alguna, pretendían utilizar esta sesión solamente en términos electorales” pero salvando que “tampoco podemos ser funcionales al bloque Pereyrista, que como siempre, se aprestaba a levantar la mano y defender lo indefendible”.
La actitud del bloque de Salatino llamó la atención de los presentes, quienes no dudaron en adjudicar el faltazo a la visita que, el pasado sábado, realizó al distrito el diputado Máximo Kirchner, junto al referente de NE, Martín Sabatella. Según Cambiemos, “los Poncio Pilatos de Nuevo Encuentro, se vieron intimados por la visita del hijo de la ex presidenta, que indica que a Salatino lo han ordenado y a Pereyra lo han obligado a cerrar filas entre sí”.
La fantasía de manosear las cuentas a fin de lograr un rédito político, le valieron al Concejo Deliberante de Florencio Varela un alto costo institucional que vuelve a evidenciar la falta de profesionalismo de sus integrantes, así como la débil conducción política del Intendente.