Un vecino de Quilmes Oeste denunció que su casa fue el escenario de un violento allanamiento en el cual efectivos policiales agredieron a sus padres, esposa e hijos. De acuerdo a la orden judicial, solicitada por el fiscal Ariel Rivas y con la firma del juez Martín Nolfi, el objetivo era “secuestrar un reloj pulsera, un celular y un elemento medido”. No obstante, la familia aseguró que no tiene ninguna implicancia en el caso y reclama por las agresiones que sufrieron.
“El allanamiento fue dado supuestamente por una denuncia de una persona a la que le habían robado, esta persona persiguió a los delincuentes y vio que ingresaron. El robo había sido efectuado hace un mes atrás. Nosotros somos una familia en la que nadie tiene antecedentes, pero no hubo una logística para ver quién vive ahí, vinieron directamente”, relató a El Termómetro Damián, el denunciante.
El episodio ocurrió el viernes cuando sus papás iban a comprar y repentinamente se encontraron con un grupo de agentes encapuchados que les impidieron salir. La magnitud de lo sucedo conmocionó a los habitantes de la zona, quienes acudieron en ayuda de la familia
“Estaban a punto de romper el portón, se abalanzaron contra ellos, los tiraron al piso, les ponen armas en la cabeza y dicen que era un allanamiento. Mi señora, cuando escucha el grito, va a la cocina y se encuentra con más gente encapuchada, pide que la dejaran ir por nuestros hijos y la respuesta fue pegarle en el pie, tirarla al piso y ponerle otra arma en la cabeza”, describió el joven.
En tanto, como es habitual, el texto que avaló el procedimiento establecía que “la orden se notificará al que habite el lugar y se lo invitará a presenciar el registro”. Sin embargo, nada de eso se respetó.
“Fueron seis (policías) más a la habitación donde se encontraron con los nenes, les gritan alto, los apuntan y les dicen que vayan a la cocina donde se encuentran a mi señora tirada en el piso (…) Trajeron a mi mamá a los empujones, amenazaron con pegarle un tiro a la perra porque no la podían sacar y después se descompuso mi papá, así que lo subieron a la ambulancia y lo mandaron solo”, agregó.
Otra de las irregularidades denunciadas tiene que ver con que a cargo del operativo estaba “un comisario de Berazategui”, a quien también “se lo veía sorprendido”. “Dice que a él lo llaman porque Quilmes no tenían agentes para que se presenten. No podía creer lo que estaba pasando”, recordó Nicolás.
Tal como era de esperarse, la operación arrojó resultados negativos, ya que no encontraron nada de lo que buscaban. Pese a este escenario confuso, hasta el momento “nadie se hizo responsable del mal momento” que pasó la familia.
“Fui a la fiscalía, me dicen que haga la carta para una denuncia y que agradezca que me dio negativa. Es un locura y me duele ver a mis padres así, mi señora que vive llorando, mi nene no quiere ir al colegio, nos está costando un montón”, concluyó.