Horas antes del arribo de la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la UNQ, los centros de estudiantes emitieron un comunicado oficial en desacuerdo a la entrega del Honoris Causa, con fuertes críticas hacia el gobierno de la Universidad y acusando a parte del Consejo Superior de ser “antidemocráticos”.
A través del comunicado, los representantes estudiantiles denunciaron que la agrupación docente Convergencia, que posee mayoría en el Consejo Superior, planteó sobre tablas la entrega del Honoris Causa, impidiendo que se discuta apropiadamente la moción y “facilitando así su aprobación”. Por otro lado, pusieron en tela de juicio los motivos por los cuáles desde la agrupación docente se consideró apropiado hacer entrega del mayor título honorífico que puede otorgar una Universidad Pública, alegando que: “(…)hace caso omiso de la continuidad del modelo neoliberal menemista en la educación, miles de docentes trabajando Ad Honorem, injerencia de empresas privadas (Monsanto, Barrick Gold, Santander Rio) y la iglesia en la planificación de planes de estudio, falta de presupuesto a escuelas, universidades y terciarios, estigmatización a la organización docente y estudiantil(…)”.
Finalmente, y ante los indicios que son de público conocimiento, las agrupaciones firmantes dispararon contra el Rector Mario Lozano, acusándolo de utilizar a la Universidad para una jugada política: “No pecamos de ingenuos y sabemos que la mención será dada por el Rector de universidad, Mario Lozano, quien aprovecha sus últimos meses a cargo de la UNQ para tender lazos que le permitan un crecimiento político dentro del PJ. Repudiamos este tipo de acciones, ya que la universidad no debe estar al servicio de un bloque político llevándola a un fino límite de perder la autonomía universitaria, conquista histórica del movimiento estudiantil.”
Frente al comunicado, la Secretaria Académica de la Casa de Altos Estudios e integrante de la agrupación docente Convergencia, la Dra. Sara Pérez, respondió a las acusaciones y aseguró que para nada se trató de una medida antidemocrática, y prosiguió: “Lamento que a ciertos intelectuales brillantes del Centro les moleste que tomemos algunas decisiones. Buenas o malas, son nuestras decisiones. Estas y otras tantas decisiones que tomamos todos los días son las que han llevado a que nuestra Universidad sea lo que es hoy”.
Finalmente defendió el modelo de universidad que se ha gestado durante los últimos años y reafirmó: “Somos, orgullosamente, una universidad pública y cogobernada, que ha atravesado innumerables avatares y que los ha sobrellevado, con una convivencia democrática y prácticas cotidianas, que nos permiten ser reconocida como una Universidad que apuesta a la calidad académica, a la investigación, a la extensión, a la innovación. Y les agradecemos su preocupación por LA UNIVERSIDAD. No se preocupen, en el país, gracias a un modelo que se ocupó de las Universidades, la Ciencia y la Tecnología hoy somos más de un millón de universitarios y universitarias dispuestos a defender LA UNIVERSIDAD PÚBLICA. Y empecemos a discutir, en serio, de qué universidad estamos/están hablando”: