La psicóloga y referente de Casa Pueblo y Movimiento Evita, Fernanda Popolizio, habló con El Termómetro sobre el pedido de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) al Congreso para tratar una emergencia en adicciones.
“Este planteo viene de hace años para que haya una parte del presupuesto que vaya directamente a adicciones porque en salud mental la repartición es poca”, señaló y explicó que las “Casa Pueblo” son establecimientos “del programa de atención y acompañamiento comunitario de Sedronar que están ubicadas en barrios populares, con profesionales que asisten y atienden la problemática de manera integral”.
“Los sueldos están congelados, no nos está alcanzando para sostener dos profesionales, eso está muy desfinanciado. Los requisitos que pide la Sedronar de estar de lunes a viernes no se pueden cumplir porque cuesta mucho, los profesionales están renunciando. El gobierno los está haciendo mierda y no es rentable”, alertó.
En ese sentido remarcó que “si el Estado retrocede” y estos lugares “se cierran, es un avance narco porque les regalas territorio”. “Nosotros no les vamos a hacer la guerra porque no nos da. Hay alrededor de 50 centros cerrados. Esto fue un ajuste a las organizaciones, no porque no funcionen sino porque es político”, indicó.
Y agrego: “El 82 por ciento de los pibes y pibas que se acercaban era la primera vez que hacían un tratamiento. Hay una encerrona con respecto a las adicciones. Nos sacaron lo que era del merendero, pero vamos a intentar seguir sosteniendo con la ayuda de los vecinos, porque sino hay derivarlo a sectores de salud que sabemos que no van a dar respuesta porque están estallados”.
“Vemos que los pibes están en consumo pero piden menos ayuda porque los lazos sociales están muy rotos. Este proyecto de gobierno hace que te enfermes de alguna manera. Hay mayor cantidad de personas en consumo y la calidad de vida está bajando”, lamentó.
Para finalizar, aclaró: “Presentamos una nota en el Congreso desde la UTEP para que se hable del tema. La semana que viene vamos a llamar asambleas para que se sepa lo que estamos pasando. Y el 10 de octubre hacer una movida más grande para ver si seguir con un plan de acción más fuerte”.





















