Con una mirada al futuro y ante una plaza Grigera en el corazón del distrito, Federico Otermín asumió la intendencia de Lomas de Zamora. Juró por los vecinos y los convocó a «construir el Gobierno del pueblo de Lomas».
Sonaba juguetes perdidos de fondo, cuando Otermín subió al escenario ubicado frente al edificio municipal de Manuel Castro entre los gritos y aplausos. «Gracias, de corazón. Es un orgullo y una responsabilidad enorme asumir como intendente de Lomas de Zamora en esta plaza», arrancó su discurso ante una multitud militante.
La dirigencia ocupó las primeras sillas entre el secretariado (que viene de la gestión pasada) y la dirigencia política local. No hubo invitados ni figuras de la política nacional y provincial, como lo que había pasado en el lanzamiento de la lista en el Parque de Lomas que tuvo a toda la cúpula de Unión por la Patria. Aun así, el intendente pasó los saludos que le hicieron llegar el Gobernador Axel Kicillof, Máximo Kirchner y el senador Wado de Pedro. A estos últimos dos los vio en la Jura de Julián Álvarez en Lanús el viernes.
El acto fue para los militantes, para el vecino que se acercaba y el discurso también: «Con cada uno que está acá tenemos un camino recorrido, pero sobre todo tenemos futuro y a eso venimos a esta plaza a construir el futuro de Lomas», sostuvo y les habló a los concejales de la oposición presentes y los invitó a «trabajar juntos en beneficio de los vecinos».
En un mensaje algo ambiguo que no terminó de explicar llamó a ser «respetuosos de la voluntad popular» y en lo que podría haber sido una referencia al nuevo Gobierno nacional agradeció el «respaldo que construyó el 51 por ciento de los vecinos que nos dio la victoria electoral».
«Tenemos nuestras ideas y convicciones, pero estamos dispuestos a escuchar a los que piensan distinto. Con cada uno de ustedes me quiero sentar a tomar un mate, escucharlos y trabajar», agregó.
Como ya había hecho durante la campaña, recordó que su padre fue médico del Hospital Gandulfo y su madre docente en una escuela estatal. Ratifico que cree en lo público y en el Estado como mecanismo para lograrlo.
A la hora de los agradecimientos, contó de los saludos del Gobernador, Máximo Kirchner y de Pedro; y tuvo un apartado para su esposa, la ministra de Ambiente, Daniela Vilar: «Nos estuvimos peleando con el Gobernador porque yo la quería en Lomas, pero el Gobernador está arriba del intendente y así que va a seguir en la Provincia», bromeó.
Y en la única referencia de la tarde, contó que los padres le enseñaron a ser agradecido: «Por eso, le quiero agradecer a Martín (Insaurralde) por todo lo que hicimos en Lomas y porque fue quien me impulso para ser intendente».
«Me voy a romper el alma y el voy a pedir ustedes que hagan lo propio. Hoy comenzamos a construir el gobierno del Pueblo de Lomas», cerró. No hubo marcha peronista, sino cumbia para despedirse con besos y alguna foto entre quienes estaban adelante.
