Tres efectivos de la Policía de la Ciudad fueron condenados este martes a prisión perpetua por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años de Florencio Varela asesinado a tiros en noviembre del 2021 en el barrio porteño de Barracas, a quien interceptaron y persiguieron cuando se retiraba en auto de un entrenamiento de fútbol con dos amigos y un compañero del club, que sobrevivieron al ataque.
Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 consideraron al inspector Gabriel Alejandro Isassi, al oficial mayor Juan José López y al oficial Fabián Andrés Nieva, todos miembros de la División Brigadas y Sumarios 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, como coautores del «homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad».
También los condenaron por los delitos de «tentativa de homicidio quíntuplemente agravado» de los adolescentes, Julián Salas, Joaquín Zúñiga y Niven Huanca, todo en concurso ideal con «falsedad ideológica y privación ilegítima de la libertad».
Otros seis policías recibieron condenas de cuatro a ocho años por encubrimiento y alteraciones de pruebas, y los cinco restantes que fueron juzgados fueron absueltos. La víctima tenía 17 años cuando regresaba de entrenar en Barracas Central y recibió dos disparos.
El tribunal oral dio a conocer su veredicto tras casi 4 meses de debate y más de 50 testigos que declararon en 18 audiencias.
Cintia López, la mamá de Lucas había dicho previo al veredicto que no va a perdonar a los efectivos de la Policía de la Ciudad que mataron a su hijo, y que espera que los asesinos «no salgan nunca de la cárcel», así como su hijo «no va a salir más del cementerio».
Mientras que el padre de la víctima, Héctor «Peca» González, adelantó que pedirá una audiencia con el jefe de Gobierno porteño, para que el 17 de noviembre, día del crimen de su hijo, no sea más el día de la policía porteña.