Este lunes el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) realizará un cortejo fúnebre para el Salario Mínimo, Vital y Móvil que partirá desde Plaza de Mayo y terminará en el Ministerio del Trabajo con un entierro simbólico. La medida es en reclamo para que haya un aumento del salario por encima de la inflación, refuerzos de ingresos, la aplicación de la Ley de Abastecimiento y jornadas de trabajo de seis horas entre otras cuestiones.
“Es un hecho simbólico que expresa las calamidades que sufren los trabajadores. Surgió en el cuerpo de delegados, estábamos buscando un hecho que sintetice los dolores cotidianos, las amarguras y la terrible situación de los trabajadores. No afecta solo a los informales, muchos que están en la formalidad dependen de lo que decida el Consejo del Salario (que se reúne este lunes)», explicó la delegada del Fol Marianela Navarro en diálogo con El Termómetro.
Al respecto, remarcó que el salario mínimo “está en 45 mil pesos y la Canasta Básica se proyecta a 120 mil» y pidió que “como mínimo tiene que ganarle a la inflación que está en un 70 por ciento y el acuerdo del salario del año pasado fue del 45″.
“Las familias más humildes en lo que más gastan es en la Canasta Básica que es de lo que más aumentó», subrayó y reiteró que buscan “que haya un aumento acorde a la grave situación que atraviesa el país».
“Nos preocupa que los primeros anuncios hayan sido dirigidos al sector empresarial y a los organismos internacionales. Los cambios económicos fueron conservadores y hay una campaña de estigmatización a las organizaciones sociales, hay una orientación corrida a la derecha en el escenario político y eso se traslada a lo económico», criticó.
Y añadió: “Hacemos hincapié en el trabajo de toda la vida. El gobierno y los sectores del poder terminan acusando a los pobres de su propia pobreza y las organizaciones sociales llegamos a dónde el Estado no llegaba».
En esa línea, sentenció que “el salario no es vital, pero es mínimo» y consideró que “la exclusión se va a profundizar”. Además, señaló que es necesario “ponerse a discutir la distribución del trabajo para que podamos trabajar todos”.
Por último, consultada por las auditorias, aseguró que no tienen problema con eso. “Que vengan así van a tener que reconocer a cuántas miles de familias las organizaciones salvan en el país. A Macri que endeudó el país nadie lo audita”, cerró.