Las repercusiones del alegado del fiscal Diego Luciani, que pidió 12 años de prisión para Cristina Kirchner, y la defensa pública, en redes sociales, de la Vicepresidenta, en la causa por corrupción en la obra pública atraviesan la centralidad política en todos los rincones. Esta mañana el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora vivió momentos calientes cuando, a través de una moción de privilegio, una de las concejales de La Cámpora, Eva Limone, defendió a la ex Presidenta y fustigó duramente a Juntos y al gobierno de Mauricio Macri. Los vinculó a la dictadura, afirmó que son parte de la persecución contra CFK y llamó a una gran demostración de fuerza con una masiva movilización.
Era el tema del día y sin dudas se esperaba que estuviese presente en la sesión. Fueron casi 45 minutos de gritos, cantos y arengas, discusiones verbales subidas de tono entre los ediles y enojos con golpes a las bancas.
Quien pidió la moción de privilegio fue Eva Limone, una de las referentas de la organización en el distrito, debajo de Daniela Vilar. Llegó con un «machete» para su discurso de varias páginas impresas, que, como hace Cristina, tenía entre ellas impresiones de notas periodísticas para justificar algunos de los puntos de su argumentación.
«Es odio y miedo lo que le tienen a Cristina. Eso los representa muy bien», arrancó la concejal que, también como hizo la vicepresidenta ayer en su vivo de You Tube, dividió a la sociedad entre «ustedes», en referencia a sectores de la economía concentradas, empresarios, la justicia y los sectores políticos macristas, y un «nosotros», para ella «el pueblo» y el peronismo.
De fondo, mientras la Concejal hablaba aparecieron en la barra una decena de carteles que juraban lealtad a la dos veces Presidenta de la Nación y hasta una gigantografía con su imagen, en el medio del público presente.
«El ejercicio de la violencia institucional les queda bien. Queremos que Larreta y sus amigos se hagan cargo», señaló por la represión de la policía de la Ciudad a militantes kirchneristas, el lunes por la noche, frente al departamento de la Vicepresidenta en Recoleta.
Y en un lugar común, poco atinado comparó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con la última dictadura cívico militar: «Nos podrán torturar o intentar desaparecer, no les tenemos miedo», lanzó en una declaración insultante para las víctimas del Proceso.
«No vamos a dejar que la toquen a Cristina porque les tocaron sus intereses. Esos intereses son del bolsillo», apuntó Limone, que en varias ocasiones buscó centrar su discurso en críticas al poder económico y planteó que «Nosotros (NdR: el pueblo y el peronismo) defendemos la democracia, ni la dictadura ni la represión «, casi olvidando que dos meses atrás en Lomas de Zamora el policía de la Provincia de Buenos Aires, territorio donde gobierna el Frente de Todos reprimió a un grupo de estudiantes en Fiorito que reclamaban por seguridad en el instituto de formación docente 103.
En línea con la defensa de Cristina, pidió que la justicia investigue a Mauricio Macri, Nicolas Caputo y Héctor Magnetto, por sus vínculos con el ex secretario de Obras Públicas de la Nación, durante los doce años de los gobiernos kirchneristas, José López, el famoso hombre de los bolsos con dólares en el convento. Y consideró que «esto es una persecución política contra Cristina, no tiene otro nombre».
Para ese momento, el clima en el recinto se había comenzado a calentar. Juntos se mantuvo callado gran parte de la alocución, pero pasada media hora los concejales opositores comenzaron a replicar y contesta a Limone a los gritos desde su banca y desde la barra la militancia le gritaba de vuelta a los ediles.
La edil camporista llevó su discurso al plano local y los acusó de ser parte de un gobierno que «destruyó» la economía. Además, planteó que no se quiere mostrar son «sus» referentes por eso «dicen que tienen un partido vecinalista» en clara referencia a Unidos por Lomas de Guillermo Viñuales.
Esto desató el hecho más particular de la mañana. Al escuchar esto, la presidenta del bloque amarillo, Silvia Sierra, salió muy enojada a contestarle que ella era del PRO, del partido que conduce Patricia Bullrich y a los gritos y con gestos de «fush fush» lanzó «llévenselo a Viñuales si quieren».
?»Che Gorila, Che Gorila, no te lo decimos más, si la tocan a Cristina qué quilombo se va a armar» ? pic.twitter.com/XlnB4Djv8m
— Ezequiel González (@elEquiGonzalez) August 24, 2022
El peronismo estaba enardecido en el recinto, los ediles se gritaban unos a los otros en la distancia. Quienes estaban cerca discutían con intensidad, Claudio Morell señalaba con el dedo a Gustavo Ganchegui y le decía «ustedes defienden el golpe de estado». Y en la barra los militantes cantaban: «Che gorila, che gorila, no te lo decimos más, si la tocan a Cristina qué quilombo se va armar».
Desbordado por la situación, Cordera sin poder poner orden, pidió a los ediles que no griten porque «los taquígrafos no pueden trabajar si no se entiende» y le pidió que redondee a Limone que llevaba más de 40 minutos con la palabra.
El cierre fue un pedido de la concejal del Frente de Todos, una convocatoria a una «demostración de fuerza en la calle» para que sepan que «con Cristina no se jode».