El nuevo periodo legislativo trajo consigo varios cambios dentro de Juntos que, luego de las elecciones, mostró las fracturas internas en distintos distritos del Conurbano, dividiéndose en varios bloques o visibilizando diferencias en las pocas votaciones que hubo con las nuevas conformaciones de los Concejos Deliberantes. En gran parte responde a las diferencias entre las estructuras nacionales, que se replican en el Congreso -donde pueden funcionar como interbloque- pero también existen diferencias entre los actores a nivel local, luego de un semestre a pura rosca y disputa por los comicios de medio término. Los casos por distrito.
El caso más rutilante es Lanús, el único distrito de la región con un intendente (Néstor Grindetti) del espacio. Empujados por la presión que está metiendo la UCR a nivel nacional, tres ediles radicales decidieron romper el bloque de Juntos por el Cambio (el cual conformaban hasta el 10 de diciembre) para construir un espacio propio. Se trata de Emiliano Bursese, el máximo referente del distrito, Valeria Larraz y Pochi Stanco. Si bien argumentaron que trabajarán como «interbloque» la figura no existe en los HCD de la Provincia.
Además, la decisión tuvo que ver con un reordenamiento local. Luego de las Legislativas el radicalismo le pidió a Grindetti una representación en el poder ejecutivo en proporción a lo cosechado en la interna de las PASO (25 por ciento, la elección más baja de la UCR en la región). La negociación no fue a buen puerto. Desde el PRO le recriminan a Bursese «haber cobrado» en diferentes puesto, ya que fue Secretario de Desarrollo Social, titular del PAMI regional y Juez de Faltas, en cada oportunidad con el apoyo del Intendente y que ahora no devuelve la gentileza. La interna en 2023 será áspera.
Un caso de mucho fraccionamiento es Almirante Brown donde, hasta comienzos de diciembre, había un solo bloque opositor pero luego de las elecciones, y la nueva conformación del Cuerpo, los ocho ediles que sostiene la fuerza se reparten entre cuatro bancadas. Sumado al panorama nacional, el armado de listas trajo pujas muy fuertes con actores del PRO que no querían compartir boleta con ex integrantes del peronismo.
Los cuatro espacio se dividen en: Juntos por el Cambio, el que más integrantes sostiene, con Patricia y Leticia Bontempo, Pablo Maseda y Agustina Gómez Serrano; el radicalismo tendrá su representación con Andrés Acuña y Julia Paolino; y habrá dos monobloques, uno de la Coalición Cívica, integrado por José María Fernández, y otro de Hacemos, que llevará adelante Mariano San Pedro.
Cabe señalar que, en la última sesión del año, en la que se trató el Presupuesto y la Fiscal Tributaria, el bloque no tuvo el mismo criterio a la hora de votar el Cálculo de Recursos para el próximo año ya que las ediles radicales acompañaron al oficialismo, mientras que el resto se opuso y luego sacaron un comunicado recalcando quienes votaron en contra del proyecto del ejecutivo.
En Avellaneda la ruptura se produjo dentro del PRO ya que el edil Lucas Yacob decidió romper el bloque para armar su propio espacio denominado Avellaneda Puede, con las intenciones de empezar a trabajar en una posible candidatura a intendente en el 2023 y disgustado con la campaña de la oposición local encabezada por Orlando Machado.
Por lo pronto se mantendría un bloque de Juntos de ocho concejales con Maximiliano Gallucci, Machado, Silvia Diana, Rubén Sanazi, Fernando Landaburu, Patricia Ventosa, Berta Núñez y Maricel Marciano, más Yacob con su bancada. Sin embargo, algunos ediles están a la espera de lo que hará Machado, si decide sumarse a la dinámica de trabajo del resto o se corta solo con el espacio Hacemos.
El panorama de Esteban Echeverría ya era caótico previo a las elecciones y tras un breve intento por mostrarse unidos, la oposición volvió a fragmentarse e incluso sumó una bancada más. En la previa al cierre de listas hubo una tensa negociación entre el representante del PRO Evert Van Tooren y la dirigencia regional de Hacemos por la cabeza de las listas en la que terminó prevaleciendo el ex candidato a intendente. Asimismo, luego de las elecciones desde la UCR salieron al cruce de los dirigentes amarillos por la fiscalización.
En este 2022 Juntos tendrá cuatro bloques, el PRO con Van Tooren y Luciano Gómez Alvariño, la UCR con Marcos Domenichini y Mirta Peralta, Alternativa Vecinalista con Horacio Boneli, Daniela Felizola y María Laura Cancelo y el nuevo bloque Hacemos con Melina Baio.
Por su parte, en Berazategui tampoco se logró la unidad entre los siete ediles opositores. Una disputa entre los referentes del PRO por la presidencia del bloque terminó en el alejamiento de Vanina Passalacqua quien conformó el monobloque Juntos. Los seis restantes, Julian Amendolaggine, Dante Morini, Diana Paterno, Zulma Vega, Jorge Sívori y Nancy Vivas, conforman la bancada Juntos por el Cambio.
La unidad no garantiza conducción
En algunos distritos Juntos logró sostener un bloque único, a pesar de las diferencias que se exteriorizaron (todavía más) en las Primarias, Abiertas Simultáneas y Obligatorias. El caso más concreto es Quilmes, el segundo bloque más grande de Juntos de la región con 11 concejales, donde la unidad parece pender de un hilo, ante una conformación con varios dirigentes con peso propio a nivel local.
La primera luz de fractura se vio en la última sesión en la que el espacio votó de tres formas diferentes el presupuesto 2022; por un lado el presidente del bloque, Ignacio Chiodo (responde a Martiniano Molina), aseguró que, casi todos, acompañarían el presupuesto; los radicales, en la voz de Fernando Pérez sostuvieron que acompañaría, pero no dos artículos (14 y 15) que otorgan «superpoderes» al Ejecutivo; mientras que el representante de la CC-ARI, Walter Fernández, directamente votó en contra.
No es el único lugar donde la unidad está atada con alambres. Después de dos años difíciles para la fuerza, Juntos por el Cambio logró armar un bloque unificado en Lomas de Zamora, que conduce la referenta del PRO (responde a Jorge Macri), Silvia Sierra. Hubo largas charlas hasta definir la conformación del espacio, que significó la reinserción del mercurismo con Andrea Escribano. Allí ya es costumbre que no voten todos en línea, el dirigente de la Coalición Cívica – ARI, Jorge Villalba suele mostrar sus diferencias de criterio dentro del recinto.
Finalmente, el otro distrito que pudo unificar bloque fue Florencio Varela. Hasta diciembre las diferencias interna con la conducción de Alanis habían hecho que su ex compañero de fórmula Maximiliano Bondarenko rompiera el bloque. Sin ninguno de los dos, el espacio quedó tan solo con 5 representantes en el HCD: Carlos Boco, Diego Daniel Gimenez, Evangelina Lemme, Mario Kanashiro y Romina Alderete. En tanto, Marcela Loyola, quien formaba parte del bloque con Bondarenko, sostiene un monobloque pero ya como aliada del oficialismo.