Más allá de la disputa interna que enfrenta al PRO con el radicalismo de cara a las PASO, Juntos tiene un objetivo trascendente pensando en las generales y es poder repetir la elección de 2017 en la Tercera sección electoral. La aspiración es llegar a los 35 puntos en la región, en contraste con los 29 que obtuvieron en 2019. Hay una necesidad de sostener las bancas actuales (eran 7 pero perdieron dos) pero, además, pensando en la elección provincial, restarle votos al oficialismo en el corazón peronista bonaerenses. La apuesta por Martiano Molina y lo que se juega Néstor Grindetti, conductor del espacio en la sección.
La mejor elección del macrismo, en el mejor momento de la gestión de Mauricio, fue en 2017. Cambiemos se impuso en la Provincia de Buenos Aires contra la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner. Y si bien perdieron por 9 puntos, el resultado en la tercera sección había elevado las expectativas del espacio, que se desmoronarían dos años después tras las enormes falencias del Gobierno Nacional y la destrucción económica que generó. Así, en las últimas Ejecutivas, esa diferencia en la sección se estiró a 30 puntos. La pandemia y la incapacidad de la administración de Alberto Fernández de resolver el descalabro económico puso a la oposición con serias posibilidades de mejorar su performance electoral.
Allí será clave la elección en la Tercera sección corazón del voto peronista. Mientras que el Frente de Todos aspira a arrasar y quedarse con, por lo menos, 10 bancas de las 18 en juego, el objetivo de Juntos es moderado y es repetir los 35 puntos en la región que les permita sostener los 7 diputados que metieron cuatro años atrás y empujar a la lista nacional en la Provincia. El análisis no termina ahí, con ese porcentaje se asegurarían mínimo 6 legisladores y en caso que otras listas logren superar el piso de 5,5 el oficialismo podría ser quien pierda lugares. Ahí aparecen los Libertarios de Espert, la lista de Randazzo y el Frente de Izquierda, quienes hace dos elecciones sostienen una representación.
Para esto, la línea PRO de Juntos levanta la educación y la seguridad como banderas de campaña. La falta de presencialidad fue uno de los temas de mayor discusión durante la pandemia y puso el foco en el Gobierno bonaerense, sin tener que tratar la situación sanitaria y las vacunas, dos temas que hoy a oposición evita. Por otro lado, con la figura de Diego Santilli y con la Ciudad de Buenos Aires como ejemplo, la inseguridad del conurbano es un tema central en la preocupación social, solo superado por la situación económica.
Asimismo, sin especulaciones decidieron buscar a la mejor figura posible para competir en la zona, el ex intendente de Quilmes, Martiniano Molina. En los meses previos al cierre de lista indices de opinión pedidos por el espacio lo mostraron como quién mejor se perfilaba, además que entienden que arrastraría el voto en su propio distrito, el tercero más grande de la sección. Así Molina se ha paseado por varios de los distritos del conurbano sur, con una fuerte presencia en Lomas de Zamora, donde parece tener una buena recepción del electorado local. Deberá probar en las urnas lo que las encuestas dicen de él.
El otro que se juega mucho en la sección es el intendente de Lanús Nestor Grindetti. El máximo referente PRO de la zona no solo fue el estratega principal para el armado de la lista seccional, sino que está a cargo de la campaña de Santilli en toda la Provincia. El resultado de las PASO será fundamental para ver como queda parado ya que apostó mucho para empujar a los referentes de Hacemos, el espacio de Diego Kravetz en la listas distritales y en la seccional.
Pero el ex ministro porteño no duerme en los laureles, tiene una agenda propia de campaña, que empieza por su distrito pero se traslada a apoyar candidatos de municipios vecinos, así apareció por Almirante Brown o Esteban Echeverría, y se puso al hombro la campaña en la tercera interior, con recorridas, sin candidatos provinciales ni nacionales, por Lobos, Cañuelas y San Vicente. Grindetti tiene un objetivo propio y es que esta elección lo pueda catapultar a discutir una candidatura a gobernador en 2023.
Todo esto se da en medio de una interna contra la UCR, el GEN y el peronismo republicano. El análisis inicial es que más allá del resultado, el volumen que generó Menes solo infla a espacio. Las encuestas más confiables hoy muestra una diferencia amplia para Santilli, que sin embargo se achicó. Y la gran tarea de Juntos, desde el 13 de septiembre será retener los votos que el neurocientífico le sacó a otros aspirantes que se paraban en veredas similares.