El hecho ocurrió en febrero de 2017, cuando un grupo de cuatro amigas fueron baleadas cuando regresaban de bailar del boliche Santa Diabla, en el que dos fallecieron y las otras dos sobrevivieron. Para la Justicia, el autor del femicidio fue un menor que tenía 14 años a quien no puede juzgárselo por la ley de Menores.
El doble crimen de Denisse Juárez (17) y Sabrina Barrientos (16) fue cometido en la avenida Senzabello y Los Andes, cuando junto a Magaly Pineda y Némesis Núñez, volvían caminando tras haber ido al local bailable.
Por el caso habían detenido a un vigilador privado de 40 años que luego fue liberado por falta de pruebas porque no fue reconocido por ninguno de los tres testigos presenciales de la masacre en ruedas de reconocimiento dispuestas por la fiscalía. Pocos meses después, los detectives de la DDI de Quilmes apuntaron contra un menor de 14 años como el presunto criminal.
“La masacre de Varela ha dejado ese sabor amargo en la sociedad de falta de justicia. El imputado tenía 14 años al momento del hecho y no podemos ni siquiera decir sus nombres. Las prescripciones imponen que para ser sometido a proceso debe tener por los menos 16 para juzgarlo por la ley de menores”, indicó Luis Logra, abogado de Pineda, a El Termómetro.
Según el defensor, los investigadores indicaron que el menor tenía “muy buen dominio” del arma de fuego y que “todas las balas dieron en las víctimas”. “El ataque quedo debidamente registrado y está más que claro que fue uno solo. Se desconoce el móvil”, agregó.
Debido a que el presunto agresor tiene es inimputable, no puede ser sometido a un proceso penal, por lo que no quedará preso ni será condenado. “He pedido algo que se llama medida de seguridad es un híbrido jurídico, que es de alguna manera ponerlo tras las rejas pero no prosperó”, aseguró Logra.