Viviana Buscaglia, integrante del colectivo Quilmes, Memoria, Verdad y Justicia, dialogó con El Termómetro por el inicio del juicio por delitos de lesa humanidad en los centros clandestinos de detención en El Pozo de Quilmes, Pozo de Banfield y El Infierno en Avellaneda.
Buscaglia aseguró que es una alegría que haya comenzado el juicio, un juicio que sostuvo tendría que haber comenzado hace muchos años debido a los tiempos de la justicia y un poder judicial que buscó darles impunidad. “Les dieron impunidad biológica porque muchos de los asesinos fallecieron” aseguró al igual que muchos de los testigos y víctimas que murieron sin poder declarar y ver condenar a sus victimarios “más de treinta sobrevivientes que estuvieron en ese espacio fallecieron” contó.
“El Pozo de Quilmes tiene 175 víctimas, esto no quiere decir que solamente por el Pozo de Quilmes fueron secuestradas y algunas desaparecidas 175 personas, nosotros tenemos un relevamiento de 270 víctimas; Banfield lo que se va a enjuiciar centralmente es la maternidad, por la cantidad de niñas y niños que nacieron en cautiverio; en el caso de Avellaneda son alrededor de 64 testigos y 4 acusados, que son relativamente los mismos que están dentro del circuito por eso fue fácil la unificación de las tres brigadas. Entre las tres brigadas son alrededor de veinte genocidas y se calculan unos 600 testigos que van a declarar si no son más” explicó.
“Esta es la deuda pendiente más importante de saldar” sostuvo respecto de de las cuestiones pendientes en materia de derechos humanos en Quilmes, aunque destacó que por ejemplo algunas comisarías como la 1°, 2° y 3° funcionaros como centros de tortura y de detención clandestina y por eso no hay causas abiertas hasta el momento.
Sobre el inicio del proceso Buscaglia contó “el juicio va a ser muy largo, ayer estuvo teñido de mucha emoción, los gobiernos de Menem y de Alfonsín les habían garantizado impunidad a los genocidas, por eso los veíamos en la actitud que los veíamos, se reían, se dormían, hablaban con gente; si vos estas en un juicio presencial esto no hubiera ocurrido, dada la virtualidad esto ocurrió y generaba una situación de rechazo y de bronca”.
“A los genocidas se les termina la impunidad, tienen que volver a la cárcel, ayer solo dos estaban en la cárcel, el resto estaban con domiciliaria, los queremos en cárcel común” afirmó y dijo que ve con entusiasmo las políticas de memoria que están llevando adelante desde el gobierno nacional, provincial y municipal, En ese marco contó que en Argentina hubo cerca de 800 centros de detención, de los cuales sólo se han recuperado 40; pero que hay un proyecto del gobierno nacional de que haya al menos un espacio de memoria en cada provincia.
Finalmente Buscaglia contó que ya se le pidió al Secretario de Derechos Humanos de Quilmes iniciar el proceso para desafectar también el Puesto Vasco y que la idea en la ex brigada de Quilmes es que sea un lugar “lleno de vida, de iniciativas, de actividades que no podemos hacer ahora pero que las vamos a hacer”. “La desmemoria no es el camino, la única posibilidad de que un pueblo tenga otro destino es desde la profunda memoria” cerró.