Tres casos en los últimos días hicieron sonar la alarma en la Provincia de Buenos Aires. Casos positivos de personal de la salud producto de contagios horizontales entre el personal generaron agujeros en los servicios de los hospitales Evita de Lanús, el Estevez de Témperley y Fiorito de Avellaneda. No son los únicos con contagios confirmados y los sindicatos advierten: “este es el verdadero cuello de botella para la salud pública”. Para la Provincia la situación está controlada.
“En el mundo, entre el 10 y 14 por ciento de los contagiados son de trabajadores de la salud. Sabemos que puede pasar y es un virus muy contagioso”, explicó el titular de la región sexta de salud, Luis Parrilla a El Termómetro y claró que es una situación que desde la Provincia siempre se tuvo en cuenta.
Y si bien la situación es normal y está prevista la falta de cuidados en algunos hospitales llevaron a el cierre de servicios en los últimos días por falta de personal.
Una enfermera fue a trabajar con algunas líneas de fiebre. Cuando se conoció la situación se la aisló, se le hizo el hisopado y dio positivo. Había estado asintomática. Por esta razón se aisló a 19 personas de la unidad de terapia intensiva del Hospital Evita de Lanús, todo el turno mañana.
Una situación similar ocurrió en las últimas horas en el Hospital Estevez de Témperley, donde una trabajadora se contagio fuera de la institución, que es cerrada, y tuvo que ser acuarentenada, junto a un grupo de trabajadores, actuando bajo los protocolos.
El caso más resonante fue el Hospital Pedro Fiorito. Luego que, días atrás uno de los directores asociados diese positivo, la dirección realizó testeos masivos a su personal. Según los datos que brindó la seccional local de CICOP, de 106 test 20 fueron positivos. En mayor caso de contagios entre trabajadores que registró hasta ahora la provincia. Por esta situación se cerró el servicio de Oncología porque los dos médicos a cargo tienen coronavirus.
En todos los hospitales hay personal contagiado, como ejemplos en el Evita son 10 desde que comenzó la pandemia, en el Iriarte de Quilmes son 6, más los directores. Para las autoridade es un hecho esperable.
Sin embargo, para Fernando Corsiglia ,vicepresidente de CICOP: “Es una situación terriblemente problématica porque por cada caso positivo se manda a cuarentena a los contactos estrechos”.
“En muchos lugares tenemos el personal suficiente para le día a día. Este es el verdadero cuello de botella del sistema sanitario, porque es cierto que se sumaron camas para la internación y de terapia intensiva; hay insumos, pero lo fundamental es el recurso humano”, agregó el médico.
Parrilla, por su parte, explicó que “hay diferentes razones en cada caso. Nosotros insistimos con la utilización de los elementos de bio seguridad, porque, salvo los que trabajan en quirófano, muchos trabajadores no están acostumbrados. Así como les pedimos que mantengas las medidas de distancia en los luagres de trabajo y se eviten compartir espacios. Hay muchas costumbres que se modificaron con la llegada de la pandemia”.
En ese punto, el titular de la Sección Sexta del Ministerio de Salud bonaerense contó que desde la Provincia recomiendan a los Hospital a “fraccionar los equipos de cada servicio” para que, ante un contagio, “evitar aislar a todo el personal”.
Consultado sobre si teme un cuello de botella con el recurso médico humano en la Región, Parrilla respondió que no: “Todavía no es una demanda de los directores de los Hospitales. Obviamente si hay un pedido de recurso humano pero se va resolviendo hospital por hospital, pero hasta ahora no tuvimos situaciones críticas y en donde ocurrió se ha podido reemplazar al personal”.