El candidato a gobernador del Frente de Izquierda, Cristian “Chipi” Castillo, visitó el estudio de “El Termómetro” en el marco de recorridas que viene llevando adelante en la provincia de Buenos Aires. Habló de las internas del frente, la decisión del MAS, los problemas de la provincia y del país, la polarización y qué harían en caso de un escenario de ballotage.
“Estamos casi todos juntos” dijo Castillo en referencia a la unidad que logró la izquierda de cara a esta elección, con la excepción del MAS que lleva a Manuela Castañeira como candidata a presidente, e hizo referencia a la tan debatida polarización, “pensamos que lo mejor era presentar un bloque lo más compacto posible”. Además hizo referencia al conflicto interno que está atravesando el Partido Obrero, pero consideró que es un debate interno que no se discute en el Frente de Izquierda “hay muchos candidatos en nuestras listas del sector de Altamira”, aseguró.
Respecto a las complejidades de gobernar la provincia de Buenos Aires, señaló que además de ser un territorio muy grande y diverso tiene una dependencia muy grande a lo que pasa con la economía nacional con el agravante de que no tiene autonomía financiera. “Es una provincia que viene mal hace rato, con Scioli estaba hecha un desastre, por eso ganó Vidal y está hecha un desastre”.
Además fue muy crítico con las dos listas que hoy disputan el poder, aseguró que “en la polarización el debate de ideas y proyectos quedan devaluados” y manifestó que no hay tantas diferencias entre los proyectos del peronismo y el macrismo. En este sentido aseguró que los economistas de Alberto Fernández no se diferencian tanto de lo que piensa y hace Macri; o que entre Pichetto y Massa no hay muchas diferencias.
Castillo enumeró una serie de temas nacionales que son ejes en la campaña de la izquierda ya que consideró que se está dejando un país muy problemático. “El pago de la deuda que se viene es muy grande”, afirmó y planteó que se debería auditar la deuda contraída por Macri para saber cómo se gastó y en qué ya que hay “un problema de legitimidad”. Explicó que lo que vino de acreedores privados hay que revisarlo porque hay muchos que estuvieron “de los dos lados del mostrador, como Toto Caputo”; o respecto de la deuda con el FMI que es el préstamo más grande de la historia “para sostener a un candidato” y puntualizó que el Fondo violó su propio estatuto al permitir que el préstamo se vaya en fuga de capitales o los cambios en el programa que permitieron que se desembolse la totalidad de los recursos durante la gestión de Macri. “El otro problema es pagarla (…) ni toda la recaudación agraria alcanza”, aseguró.
El candidato a gobernador cuestionó también como se están manejando las empresas energéticas, las cuales consideró que deben ser un servicio público; la política respecto de las petroleras, con las naftas subsidiadas, pero atadas al dólar y en aumento constante de precios; y la falta de control a la fuga de capitales “es falso que Argentina no tiene recursos; el problema es que se los llevan entre poquitos” afirmó.
“Nosotros queremos cambiar la sociedad, vamos a ir con la nuestra y tratar de convencer. Esta sociedad es irracional; que está destruyendo su propio medio ambiente (…) hemos naturalizado que mucha gente tiene que vivir de una manera muy precaria (…) que en Argentina haya hambre es algo que sólo el capitalismo puede hacer”, aseguró Castillo.
Respecto a la problemática de la inseguridad el candidato apuntó contra las mafias organizadas con la participación o complicidad de la policía bonaerense que muchas veces “lucran con la vulnerabilidad de la gente”. “Si hubiese mayor igualdad social un pibe no elige jugarse la vida; si la gente tiene otro futuro es muy difícil que los capten para el delito” subrayó. Si bien reconoció que la solución es difícil, dijo que lo que hay que hacer es desarmar las mafias y reducir la desigualdad social y la pobreza.
Finalmente, consultado sobre la decisión del espacio de llamar al voto en blanco en el ballotage de 2015 entre Scioli y Macri, Castillo afirmó que no se arrepiente porque “Scioli hubiese sido como Lenin Moreno en Ecuador”, pero no es una política de la izquierda el voto en blanco, y que “llegado el caso vamos a discutir cual es nuestra opción de voto”.