(Por Christian Skrilec)
Desde el retorno de la democracia que la política electoral nunca fue llevada a los actuales niveles de especulación. El horizonte de incertidumbre es tal, que el único candidato confirmado es Mauricio Macri, y pese a ello, todos los días se habla de la posibilidad que dé un paso al costado y promueva la candidatura de María Eugenia Vidal a la presidencia. La actual política se analiza sobre la incertidumbre.
En este marco, el valor de las encuestas toma una relatividad absoluta. Lo que se mide está fuera de contexto, o mejor dicho, descontextualizado de la realidad subjetiva del armado político. Las más sensatas tienden a ser las que exclusivamente miden imagen y escenarios de ballotage. Un dato a remarcar, es que el escenario de ballotage más probable, sería entre los dos políticos con mayor imagen negativa y un rechazo que alcanza a casi la mitad de los votantes.
Así las cosas, todas las mediciones y especulaciones son reversibles dependiendo que los dos principales “ordenadores” de la elección pongan las cartas sobre la mesa. No obstante a ello, se pueden convenir algunos números, siempre dentro del acuerdo de la especulación. Por un lado, es aceptable sostener que el conjunto conformado por Macri-Cambiemos-antiperonismo, se sostiene en un piso de 20 puntos porcentuales del conjunto de los votantes, mientras que el conjunto Cristina-kirchnerismo-peronismo tiene una base de 30 puntos. Con diferencias sutiles e intereses y apasionamientos de lado, la clase política acepta estos números como cimiento para la especulación. Si a esto le sumamos los 5 puntos que absorbe la izquierda, resta saber a dónde irán a parar el 40 por ciento de los votos restantes.
El primer problema para dilucidar esto, es que si los conjuntos sufren cambios, no necesariamente pueden mantener los mismos números, por ejemplo, si reemplazamos a Cristina por cualquier otro candidato del sector, seguramente su base electoral sufrirá cambios. Si al conjunto que componen Cambiemos y el antiperonismo le quitamos a Macri y lo reemplazamos por Vidal, la modificación puede ser sustantiva.
El otro problema es lo que se denomina tercer sector, por ahora denominado “Alternativa Federal”, que como tercer sector propiamente dicho, no existe. Si Roberto Lavagna no acepta participar en una interna de la que Juan Manuel Urtubey no está dispuesto a bajarse, y Sergio Massa coquetea con su retorno al peronismo kirchnerismo, este tercer sector no existe como tal. Este conjunto, que englobaría a aquellos que quieren ser alternativas a Macri y a Cristina, no se conforma, y si no se conforma, no se puede medir, o en todo caso, la medición tiene un margen de error imponderable. En política, la suma de los factores altera el producto, siempre.
Por otra parte, digamos que los conjuntos originales encabezados por Macri y Cristina se mantienen, una cosa es si el tercer sector se conforma y otra muy distinta si se reparten en dos listas, y otra más distinta aún si Massa se integra al conjunto peronista-kirchnerista. Entiendo que es una enredadera, pero es la realidad de lo que tenemos.
Además de la conformación de los conjuntos electorales, hay que mensurar la coyuntura, siempre teniendo en cuenta la insoportable brevedad de memoria del votante medio. Faltan alrededor de 4 meses para las elecciones Primaria Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), y más de 6 meses para la elección general. ¿Es lo mismo ir a votar con un dólar a 44 pesos que con uno que supere los 50? Los números de la inflación son catastróficos, ¿pero es la misma la percepción del vecino si el número de inflación sigue aumentando mensualmente que si se logra una tendencia a la baja?
Un comentario más, se sabe que la estrategia oficialista es consolidar el denominado “voto propio” para las PASO y reconquistar a los “desencantados” entre agosto y octubre, dando un vuelco a la elección agitando el fantasma populista. Pero qué pasa si el tercer sector se conforma y el oficialismo queda tercero en las primarias.
Si usted es de los que calcula cuantos concejales logra ingresar un sector político en un distrito, no se gaste, es más fácil ganar la lotería. Esta vez, en las elecciones, toda especulación es probable.
Gracias por leer.
*Publicado en la edición Nro.928 del semanario “El Suburbano”.
Hoy el Massismo les demostró a los periodistas que no estamos ni con el pasado korrupto ni con el presente de hambre, somos la tercera opción con Massa Presidente y Lavagna hace 8 años acompaña a Sergio, por eso estamos seguros que dejamos terceros y fuera dw ballotage a cambiemos, saludos