Ante una multitud, el líder del sindicato de Camioneros y referente del Frente Sindical, Pablo Moyano, y el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, encabezaron un acto en contra de la reforma laboral en el Partido Justicialista de Lanús. Coincidieron en la necesidad de la unidad de los sectores populares y en que «se tienen que terminar» las medidas del Gobierno.Pidieron «humillar al Gobierno con millones de votos» en octubre y señalaron que «tiene fecha de vencimiento, los trabajamos no nos merecemos esto».
En un recinto explotado de camioneros y docentes, los referentes sindicales dieron dos discursos cortos pero intensos, apuntando al Gobierno Nacional y a la necesidad de la unidad del peronismo y el movimiento obrero.
Invitados por el senador y presidente del partido a nivel local, Darío Díaz Pérez, los gremialistas se refirieron a un nuevo intento del Gobierno por sacar una reforma laboral: «cuando estábamos en el Consejo Directivo de la CGT también ahí dejamos de lado las diferencias con algunos dirigentes que hacía muchos años que no nos juntábamos. Entonces, cuando ministro Triaca trajo la primera idea de reforma sólo tres de 29 gremios nos opusimos y ahí empezamos a pelearla. Sabíamos que a lo único que apunta es a perjudicar a los trabajadores», contó Pablo Moyano.
En ese sentido recordó que a fines de 2017 «se hizo una movilización de más de 300 mil trabajadores donde participaron los distintos sectores gremiales, la CGT, las CTA y el recientemente creado Frente Sindical. Fue la única ley que el Gobierno no pudo sacar del Congreso, porque, lamentablemente, todas las leyes en contra de los trabajadores se votaron y da mucha bronca que muchos Gobernadores que ganan elecciones cantando la marcha con Perón y Evita después voten todo eso».
Moyano también recalcó que «para Calrín, Baradel y yo somos los dirigentes con peor imagen y es porque peleamos contra el poder» y se embalentonó: «más allá de la persecusión judicial y mediática o las multas que reciben los gremios para que nos entreguemos o firmemos algo en contra de los trabajadores, con nuestras organizaciones, las que estamos acá y muchas más, por más aprietes que suframos no vamos a firmar nada. Si llega a haber un nuevo intento de querer sacar una reforma vamos a volver a ser los trabajadores los que salgamos a la calle y lo rechacemos».
Además, comparó al ministro de economía de la Nación, Nicolas Dujovne, con «Chuky el muñeco maldito» cuando «festejaba porque le llevaron los papeles a la señora del Fondo Monetario Internacional y decía que el País está mejorando que bajan la inflación y los despidos, eso es lo que nos tiene que dar bronca». Adelantó que en la marcha del 4 de abril exigirán a la conducción de la CGT que ponga la fecha para un paro nacional y pidió «humillar a este gobierno con millones de votos de los trabajadores para que la derecha nunca más vuelva a gobernar la argentina”.
Por su parte, el titular del gremio docente bonaerense señaló que «no tiene que haber diferencia ni de CTA ni de CGT ni de nada, somos trabajadores, defendemos los derechos, tenemos que consturir unidad y aportar a transformar esta realidad».
«Hace poco me reuní con los ministros bonaerense por la paritaria docente. Estamos hablando de inversión en las escuelas de recuperar el poder adquisitivo, no tenemos plata, esta es la respuesta. Hoy Dujovne destinó 9600 millones de dólares para sostener la timba financiera y el saqueo. Son más de 400 mil millones de pesos. Con eso se podrían hacer más de 4000 escuelas en el país, podrían terminar los 3000 jardines que prometieron y sólo hicieron tres. De eso ni un sólo peso va a salud o a educación, no va a incentivar a las pequeñas y medianas empresa. Lo saquéan y nos lo sacan a nostoros. Esto se tiene que terminar y lo tenemos que terminar nosotros, con la lucha, la movilización, la unidad y diciéndoles que tienen fecha de vencimiento, los trabajamos no nos merecemos esto, nos merecemos vivir en un país justo y soberano», cerró un encendido Baradel.