por Walter Lanaro, senador de Cambiemos por la tercera sección electoral
La noticia que sacude a la opinión pública en estos días nos trajo una guía para leer y entender una etapa del país marcada por actos y acciones, de momento presuntos, de corrupción que parecían destinados a quedar sin juicio ni investigación. La frase “la década ganada” empieza a reflejarse en nombres propios de ex funcionarios kirchneristas y empresarios que hoy salen a la luz gracias a una investigación periodística y judicial que aporta pruebas y datos concretos de un entramado de coimas nunca antes visto.
Todos los elementos parecen indicar que se trata de algo más que casos aislados de personas con afán recaudatorio. La corrupción tiene como punta de hilo apellidos como De Vido y Jaime, actualmente presos, y un número elevado de ex funcionarios, cercanos a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner que componen un cuadro particular asociado a hechos delictivos de distinta índole. Una y otra vez, no nos vamos a cansar de repetir la misma frase: la corrupción mata. Y la plata que hoy vemos anotada en cuadernos y que no hace mucho veíamos en bolsos es nada más y nada menos que la cloaca que falta, el acceso a la red de gas que no llegó y la ruta que no se construyó.
El presente y el futuro nos obligan a mirarnos en el espejo del pasado para recuperar, no sólo la plata, sino también a la política como camino para cumplir sueños colectivos, para cambiar la historia, para no repetirla.
Es hora de entender que la justicia es independiente, que su accionar debe ser serio, creíble y eficiente. Estamos frente a una investigación que, después de muchos años, no encuentra presiones ni bloqueos del gobierno de turno para avanzar con la independencia que corresponde.
La impunidad dejó de ser moneda corriente y ese es el principal cambio de esta época, la política no puede ser sinónimo de corrupción, desidia y apriete.
No se puede preveer el futuro, pero sí podemos generar las condiciones para que lo que venga sea mejor que lo que se fue. En esa dirección cada día, cada decisión y acción que realizamos desde Cambiemos aporta un granito de arena para demostrar que no todo es lo mismo en política.
La etapa de impunidad y complicidad es parte del pasado, porque no todos somos lo mismo.