Más de cien familias del barrio Don Orione Viejo no tienen luz después de que se quemara un transformador. Sin respuestas por parte de Edesur pese a los reiterados llamados, también reclaman la falta de asistencia por parte de las autoridades municipales, ya que aseguran que “no se acercaron a ver cuál es la situación”.
El corte afecta a los vecinos que viven en la zona comprendida entre las calles Silvero Manco, Araujo, Olarra y Córdoba -en los límites con los barrios Suther y Libertad-, donde el panorama es mucho más complicado porque la falta de energía imposibilita el acceso al agua.
“Este es un barrio abandonado en el que nadie se preocupa de nada, ni el Municipio porque ni siquiera vinieron a saber qué es lo que está pasando. Hay gente que no tiene agua, que no tiene ningún recurso y nadie aparece”, relató a El Termómetro Margarita, una de las habitantes del lugar que vive allí desde hace más de 40 años.
Desde el principio, y en medio de un escenario desesperante, muchos fueron los reclamos realizados ante la compañía que presta el suministro. Hace algunos días y después de mucha insistencia, enviaron a una cuadrilla pero “dejaron el arreglo a medias y se fueron”.
“Ahora estamos esperando a que se les den las ganas de venir. Es una vergüenza lo que está pasando, nos toman el pelo”, agregó la mujer.
Frente a la necesidad y por la ausencia de quienes deben responder a la demanda, los vecinos se organizaron para tratar de solucionar el problema. Reunieron dinero y compraron repuestos pero se volvieron a quemar.
Ayer por la tarde la empresa envió una camioneta con personal tercerizado, quienes “dijeron que no sabían” desde hace cuánto tiempo había comenzado el conflicto. La gente se enojó y no permitió que se fuera.
“La camioneta está ahí, está parada, y si no vienen a poner una luz la vamos a quemar, no hay otra cosa más que podamos hacer para que nos respeten”, advirtió Margarita en medio del hartazgo mientras centenares de niños y adultos mayores como ella siguen esperando que las luces se vuelvan a prender.