A 21 meses de su detención, el ex líder de Hinchadas Unidas Argentinas, Marcelo Mallo, habló con El Termómetro desde el penal de Marcos Paz. Alojado por una causa de asociación ilícita y a días de que le negaran la excarcelación, se desvinculó del crimen de Unicenter e insistió en que fue “víctima de una operatoria” en la cual intentaron vincular a Aníbal Fernández la denominada “causa de la efedrina” y el triple asesinato de General Rodríguez. Aseguró que en este tiempo no tuvo comunicación con el ex jefe de Gabinete de la Nación, que espera pronto estar libre y que quiere “la unidad del peronismo”.
Según expresó, la avanzada judicial fue producto de la “embestida mediática de parte de la señora (Elisa) Carrió contra Aníbal” y su persona en una época en la que “había más de cuarenta allanamientos simultáneos en Quilmes buscando dejarlo pegado en algo con esos tipos de la triple fuga”.
Su encarcelamiento en julio de 2016 luego de que en su casa encontraran un arma que, presuntamente, había sido utilizada en el asesinato de dos colombianos ocurrido hace diez años en el shopping de Martínez. Si bien en un principio las pericias determinaron que esa era la versión correcta, los análisis posteriores desestimaron esa posibilidad.
“Encontraron un arma que no fue la utilizada en el crimen de Unicenter, me liberan a los dos días y después surge que el jefe de pericias de la policía de la Provincia dijo que era el arma homicida por una pericia ocular. La doctora (Sandra) Arroyo Salgado ordena mi detención, presentan una eximición y después me presenté por mis medios cuando me dijeron que iban a hacer pericias nuevamente. Ahí me quisieron meter por la efedrina, cuando estábamos limpios”, relató.
El revólver, relató, volvió a ser peritado –incluso en presencia de la magistrada- y quedó establecido “que no hubo ninguna coincidencia” respecto a la usada en los asesinatos. Luego se supo que se habían plantado “pruebas falsas”, por lo cual “procesaron a policías de la provincia y de la Federal” y Mallo fue sobreseído.
Por estos días, permanece apresado por una causa de estafa pese a que dictaron el desprocesamiento. Incluso, en las últimas semanas la Sala IV de la Cámara de Casación Penal rechazó el pedido de la defensa.
En estos tiempos, relató, muchos quisieron impulsarlo a que se “acogiera a la ley del arrepentido” a la espera de que hable y de nombres. Sin embargo, el hombre aseguró que no tiene nada para decir y que se mantendrá en esa posición a la espera de que se lleve adelante el procedimiento judicial correspondiente y, por fin, le otorguen la libertad debido a que “ya se cumplió el plazo” en el cual puede permanecer preso sin condena.
“El hecho de que conozca a figuras de la Nación no quiere decir que tenga cosas para decir, no voy a decir nada más. Si querían que diga algo, no lo voy a hacer, no mando en cana a nadie», aseveró.
Aún en prisión y a la espera de que se lleve adelante el juicio oral, se definió como “un animal de la política” y manifestó sus intenciones de volver al ruedo. Su objetivo, aseguró, es que los sectores peronistas se unan y permitan “sacar a delante a Solano y a todo Quilmes”
“Espero que la justicia me permita volver a mi casa y cuando salga ir a la trinchera para unir al peronismo (…) Quiero pedirles que abran el peronismo, que el Barba (Gutiérrez) abra las puertas del PJ, quiero la Unidad del peronismo porque el peronismo nunca va a morir», sostuvo y consideró que «en algún momento» va a salir.
En ese contexto, mencionó que durante su estadía en la cárcel fueron pocos los que fueron a visitarlos pero que “los viejos amigos siempre estuvieron”. Afirmó que Aníbal Fernández nunca lo llamó y se refirió a la especie de aislamiento en la que quedó el también ex intendente de Quilmes. “No va a salir nadie a reivindicarlo porque tienen miedo de caer ellos», expresó.