Luego de la aprobación de la Reforma Previsional, la Confederación General de Trabajo sufrió su primer cimbronazo. El representante de la Unión Obrera Metalúrgica, el quilmeño Francisco “Barba” Gutiérrez, renunció a su cargo de Secretario del Interior y pidió una nueva conducción para la central que quedó a un paso de la ruptura.
Gutiérrez presentó hoy la renuncia por “no compartir estrategia”, llevada adelante por el triunvirato que conduce la CGT y aseguró que “debe ser hoy más firme y contundente en defensa de los trabajadores y el modelo productivo industrial”. En ese sentido, rechazó la reforma laboral, que la conducción acordó con el Gobierno.
El quilmeño había tenido posiciones encontradas en los últimos meses. La UOM Quilmes que conduce marchó con Camioneros y la Bancaria en contra de la reforma laboral. Ahora su decisión representa a todo el sindicato de metalúrgicos.
En el texto de su renuncia, Gutiérrez además solicitó “que se convoquen los Cuerpos Orgánicos, Secretarias Generales, Comisiones Central Confederal y Plenario Del Regionales para establecer nueva estrategia” y pidió una “nueva Conducción para la CGT con un programa y un plan dipuesta a luchar por los trabajadores”.
De concretarse la salida de la UOM de la Confederación podría determinar la ruptura de la Central obrera.