La abogada María Florencia Casamiquela, que representa a la familia de dos de las víctimas del doble femicidio de Florencio Varela, sostuvo que si bien toma firmeza la presunción que señala a Luis Weiman como responsable del crimen no desestiman la posibilidad de que alguien más haya intervenido en el brutal ataque ocurrido el fin de semana.
Como novedad en el plano judicial, mencionó que “por disposición del procurador de la provincia de Buenos Aires –Julio Conte Grand- se removió al doctor (Hernán) Bustos Rivas y se designó a una fiscalía especializada en violencia de género”.
“La hipótesis más fuerte que manejamos es que este sujeto (el único imputado en el caso) tuvo una participación en el asesinato, si fue el autor material o intelectual no está descartado todavía. Tampoco descartamos la participación de una segunda persona pero no se encuentra identificada al momento”, sostuvo en diálogo con El Termómetro.
El hombre en cuestión, de 36 años, está detenido luego de haber sido señalado como el presunto causante de la muerte a balazos de Sabrina Barrientos y Denise Juárez y de las graves heridas que sufrieron Némesis Núñez y Magali pineda cuando salieron del boliche Santa Diabla el sábado a la madrugada.
La detención se produjo luego de que se supiera que Weiman habría tenido una relación con Denise, quien luego de poner fin al vínculo comenzó a ser acosada por su ex pareja. Durante el procedimiento, los investigadores encontraron en la casa del sospechoso seis cartuchos nueve milímetros, los cuales coinciden con el calibre de las balas que mataron a las chicas y constituyen un elemento más que lo involucra en la causa.
“Estaremos yendo (esta mañana) a la fiscalía a ofrecer diligencias probatorias que consideramos sustanciales que se incorporen a la investigación”, agregó la letrada y mencionó entre ellas a “las declaraciones testimoniales de los familiares que dan cuenta de una relación de acoso, perversa, de mucha violencia psicológica de este sujeto respecto de la menor”.
En tanto, Casamiquela, enfatizó en la necesidad de poner el foco en las responsabilidades de lo acontecido y no en “discusiones banales” que “no hacen más que legitimar prácticas perversas que convalidan la violencia de género”.
“Hay que discutir que pasó, quienes tenían que asistir en seguridad y con la ambulancia a las chicas demoraron más de media hora, el video de las cámaras de seguridad te llena el alma de tristeza. La asistencia demoró mucho”, reclamó y destacó que pese a las adversidades “las familias están muy activas y dispuestas a colaborar en lo que sea necesario para la búsqueda de la verdad”.