Luego del respaldo en Diputados del proyecto que permite la utilización medicinal del aceite de cannabis, desde los sectores que impulsaron la iniciativa celebraron este primer logro aunque “todavía falta mucho”. Remarcaron la necesidad de avanzar en “educación médica e investigación”, así como en la regulación estatal.
“Es la base fundamental, porque desarrollar esto medicinalmente sin el contexto legal es imposible. Al no haber una fuente legal los médicos no acompañaban, entonces uno veía un escenario complejo porque había muchos pacientes que para tratar de tomar contacto con el cannabis medicinal no tenían ningún tipo de control”, sostuvo en diálogo con El Termómetro el médico e investigador Marcelo Morante.
Según observó, las pruebas científicas respecto de las propiedades médicas de la marihuana “están disponibles desde el año 90” y en ese sentido evaluó que “Argentina mantenía una ley de espalda a la evidencia”. Por eso, con este nuevo panorama, “se empieza a transitar el camino más seguro donde el Estado se hace presente”.
“La ciencia va a cumulando evidencias y las leyes parecen estáticas ante esta situación (…) Por eso, el de ayer (la aprobación) fue un gesto de empezar a transitar este camino mejorable, porque en la reglamentación a esta ley hay que darle forma para contemplar diversas situaciones”, agregó
En tanto, mencionó que “las sociedades médicas son una de las grandes barreras que hubo que sortear» ya que existe «una resistencia inicial producto de lo que pasa con cualquier sustancia que tenga psicoactividad”. No obstante, estimó que la comunidad se irá adaptando a la nueva realidad.
“Creo que el derecho lo asiste al paciente, como médicos acompañamos el proceso y si el paciente nos pide ser tratados con una sustancia y está dentro de un ámbito de seguridad, debemos acompañar y asistir desde ese lugar previa capacitación (…) Es una propuesta superadora, hay que salir de los preconceptos y si el dolor mejora con cannabis, bienvenida sea”, manifestó.
En este contexto, el también docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) reparó en la importancia de continuar avanzando en la investigación debido a la amplia gama de afecciones que podrían tratarse con esta nueva herramienta.
“Se recomienda en dolor y càncer, dolores múltiples, desnutrición y sida, efectos de la quimioterapia, epilepsia refractaria. Hay algunas evidencias en mal de Parkinson, muchas enfermedades oncológicas y neurodegenerativas que podían ser candidatas a ser tratadas por una forma segura de cannabis”, detalló.