A través de un comunicado de prensa, la agrupación Felipe Vallese, que conduce el ex intendente, Fracisco Gutiérrez, repudió la represión policial que sufrieron trabajadores de la municipalidad de La Plata.
En el mismo expresan que «La Corriente Peronista Felipe Vallese de Quilmes manifiesta su enérgico repudio a la represión y la violencia sufrida hoy por los trabajadores municipales de La Plata.
Exigimos el cese de los ataques a los trabajadores que ejercer su derecho constitucional y humano de defender su legítima fuente de trabajo. Asimismo, hacemos un llamado a la reflexión a todas las nuevas autoridades de Cambiemos a nivel nacional, provincial y municipal que a lo largo y ancho del país han iniciado una cacería de brujas y una persecución ideológica de miles de trabajadores estatales.
Nos solidarizamos con todos los todos los empleados y sus familias, especialmente los de Quilmes, por esta campaña sistemática de despidos cuyo único objetivo es achicar el Estado para disminuir su capacidad de respuesta, y así dar lugar a los sectores concentrados del poder y la economía que históricamente se han beneficiado con este tipo de medidas.
También repudiamos la descalificación de “noquis” y “militantes” a los trabajadores que a diario cumplen tareas en las unidades sanitarias, el servicio de recolección de residuos y de alumbrado público, los servicios sociales, en comercio, industria, cultura, deportes y seguridad. No es verdad que los trabajadores despedidos no cumplan ninguna tarea: todos ellos son los que brindan servicio a los vecinos, y merecen un trato de respeto que hasta el momento brilla por su ausencia.
Tampoco es verdad que la planta de empleados ponga en riesgo las finanzas locales. Porque mientras en Quilmes se deja en la calle a casi mil familias, el actual intendente eleva su sueldo en 50 mil pesos mensuales (600 mil pesos anuales) disfrazados de gastos de representación. Los mismos “gastos” a los que había renunciado el intendente saliente, y el que el actual no lo hizo y en los que no tiene obligación de rendir cuentas.
Cuando el ex intendente Francisco Gutiérrez asumió en 2007, no inició ninguna “cacería de brujas”, ni echó a nadie por su pensamiento político. Mantuvo siempre un respeto total por las personas, por sus familias y por los vecinos que reciben la contraprestación de los servicios municipales.
Por lo tanto, exigimos el mismo trato para todos los trabajadores que cumplen su tarea en el municipio, y que se termine con la persecución ideológica a la que están siendo sometidos miles de empleados municipales.
Es un derecho de los trabajadores, que se lo han ganado con años de lucha, y que no está en ningún libro de cocina sino en la Constitución Nacional».