(Por Christian Skrilec) La pelea se repite. En el 2011 fue un mano a mano que Gutiérrez ganó por puntos y se quedó con el título de ser el primer Intendente reelecto de Quilmes. La segunda fue en el 2013, y Gutiérrez volvió a ganar pero con mayor comodidad. Es cierto que “el Barba” perdió la general con Queijeiro, pero duplicó a la lista de Gurzi en votos, y además, era un pelea entre tres, por la participación de Julio Nieto.
También hay que advertir que se compitió con reglas diferentes, eran tiempos de listas colectoras, no de internas. Ahora no hay vuelta atrás, los dos compiten en igualdad de condiciones. Llevarán el mismo candidato a presidente, ambos tienen la posibilidad de llevar a las dos fórmulas de gobernador en su lista, y todo bajo el paraguas del oficialismo.
Hasta hoy, Gutiérrez es el favorito. En todas las encuestas que se conocen lleva una ventaja apreciable sobre Gurzi, pero el retador intentará revertirlo en los próximos 45 días. La pelea es a fondo, pero es importante entender que no es a cara o cruz, las características del triunfo o la derrota son claves para la pelea final de octubre. Es obvio que el que gana pasa y el que pierde se queda afuera, pero esto es un poco más complejo. Veamos los resultados posibles:
1- Si Gutiérrez pierde, cambia todo. No hay más reelección, Gurzi pasa a octubre montado en las chances del FpV de ganar en Quilmes y sin el desgaste de haber sido gestión. Automáticamente se convierte en el principal candidato entre todos los posibles de quedarse con la intendencia. Gutiérrez se iría con muy pocas chances de retorno.
2- Si Gutiérrez gana por amplia diferencia, y Gurzi no llega a la minoría (el 25 por ciento de los votos de los que participen dentro de la interna del FpV). Gurzi llega al final de su carrera política electoral. Su estructura se desbanda. La Jauretche comandada por Ángel García sobrevive un par de años más en acuerdo con “el Barba”, mientras dure el mandato de los concejales Susana Cano y José Barros.
3- Si Gutiérrez se impone y supera el 30 por ciento del total de los votos emitidos entre todas las internas, sea cual sea el volumen de votos que saque Gurzi (7, 15, o 25 por ciento del total). El Intendente se garantiza la reelección. En el panorama de hoy, es imposible, ni siquiera con las proyecciones más ambiciosas y polarizadas, proyectar a octubre un PRO o un FR arriba de los 36 puntos en Quilmes. En general, las encuestas actuales los dan con menos del 20 por ciento del total de los votos.
4- Si Gutiérrez triunfa por la mínima, en una elección pareja y reñida, saca del ring a Gurzi, pero sus chances para octubre se complican. Suponiendo que la boleta del Frente para la Victoria mantenga el mismo volumen de votos en agosto y en octubre. Los votos que dividen Gutiérrez y Gurzi no se suman naturalmente. Allí habrá una pérdida de votos por las heridas que deja cualquier pelea interna, que después de una elección pareja pueden ser demasiados.
De las tres fuerzas políticas que tiene posibilidades de llegar al gobierno local: Frente para la Victoria, Cambiemos (PRO-UCR-CC), y Frente Renovador, la única interna de interés es la del oficialismo. En el caso de Cambiemos y del FR, Martiniano Molina y Walter Queijeiro, se quedarán con la mayoría absoluta de los votantes de sus respectivas internas.
Listas
Para ir palpitando la pelea Gutiérrez-Gurzi, hay que decir que el round del armado de listas se lo llevó Gutiérrez sin discusión.
Pese a tener las condiciones para cohesionar a todo el oficialismo no “gutierrista” tras su candidatura, Gurzi no supo, no quiso, o no pudo armar una lista que mandara una señal de triunfo. En este punto, vale recordar que cuando Gutiérrez armó su primer lista de concejales para desbancar a Villordo, sólo tenía un concejal propio, el cuarto, entre los primeros seis lugares, y ningún consejero escolar entre los primeros tres.
En el armado, Gurzi se dio el lujo de desechar un acuerdo con la diputada Mayra Mendoza, referente nacional de La Cámpora, y perder una alianza con una de las caras más visibles del “sciolismo”, como el senador Alberto De Fazio. Hechos que si capitalizó Gutiérrez sin importarle las diferencias que los distanciaron en estos años. Más allá del impacto territorial que puedan tener Mendoza o De Fazio, es obvio que Gurzi los necesitaba de su lado.
Además, la elección de Ángel García como primer candidato a concejal, genera serias discrepancias internas en la militancia “gurzista”, tanto entre los hombres de Causa Popular (Gurzi) como de la agrupación Jauretche (Aníbal Fernández).
yo creo que Quilmes tiene que cambiar sea quien sea pero basta de Barba
Gurzi, perdió, antes de salir a jugar la interna, dejó muchos heridos en las anteriores y eso no se olvida ni se perdona, más de uno le va a dar la mano y lo va apuñalar x la espada, en ese sentido El Barba, tiene la elección ganada
rosa no creo que sea tan facil como decis vos por algo el barba se bajo los pantalones con la Campora y con De Fazio