La pastoral social de la diócesis de Quilmes expresó su preocupación por la situación actual del país y la región por medio de un comunicado llamado “Disolver el odio”. Pablo Reynoso, delegado de la misma, charló con El Termómetro, donde aclaró que “no son documentos contra nadie sino para acompañar a los que están sufriendo, que son los jubilados, médicos del Garrahan, los reprimidos por manifestarse”.
“Es más lo que se gasta en gases que en lo que se resuelven problemas. Vemos un poder judicial complicado y complejo, hay causas que no se mueven y se ven resoluciones al calor de los medios grandes de comunicación y la urgencia política”, opinó el representante diocesano y puso énfasis en la salud pública que es a donde “van los trabajadores informales, afecta a los sectores más vulnerables que no tienen obra social y padecen la desatención”
Asimismo el referente de la pastoral social mostró preocupación por la participación en las próximas elecciones, a lo que observó que “en el final del gobierno anterior se veía la bronca por la fiesta de Olivos y la inflación” y “ahora se ve una profunda tristeza y eso desmoviliza”, por lo que llamó a “estar sembrando esperanza”. “El odio no es otra cosa que el desamor y la desatención”, señaló.
En tanto, acerca de la situación de la región, Reynoso entendió que “el conurbano que es tierra de laburantes y se les va poniendo cada día más difícil”. “Hay esperanza, pero la economía no arranca y cada vez cuesta más, eso genera profunda tristeza y desánimo. Las crisis se enfrentan en solidaridad”, manifestó y cerró: “Siempre hay un horizonte de salida, tenemos un pueblo sabio y solidario, falta que la gente buena se encuentre”.





















