Mientras el peronismo bonaerense disfruta de una tensa tregua después que Cristina Kirchner lograra imponerse como presidenta del PJ Nacional, aparecen nuevos nombres para que el gobernador Kicillof tenga un candidato propio para pelear la sucesión de Mayra Mendoza.
Pese a que el armado más evidente del “axelismo” local viene apadrinado por el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi, el nombre que se impone naturalmente para disputar una sucesión dentro del peronismo es el del mismísimo Jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco.
Es sabido que “Carli” Bianco tiene un lugar consolidado al lado del Gobernador. Sea cual sea el destino de Kicillof, si el futuro es la Casa Rosada nada es tan tentador como una Jefatura de Gabinete Nacional. No obstante, Bianco no reniega de la posibilidad de convertirse en intendente de Quilmes, y si no es él quien compita por la sucesión, el candidato tendrá que contar con su aval e influencia en un hipotético gobierno municipal.
Por ahora, su representante comunal es el exfuncionario de Mayra, Mario Lozano. El ex rector de la UNQ participa de la agrupación de Bianco, el Frente Popular Patria y Futuro, y cuenta con la experiencia de haber participado en una interna aunque carece de la mínima incidencia territorial. Si bien Carli sumó tropa a fuerza de nombramientos en el gobierno bonaerense y creando fuentes de trabajo en las dependencias provinciales quilmeñas, no alcanza para apuntalar su agrupación a nivel local y mucho menos a Mario Lozano.
Los que simularon cierto armado territorial ante la orfandad de referentes con voluntad de poner la cara, fueron el piquetero bancario Gabriel Berrozpe y el concejal guardavidas Ariel Burtoli. Ambos se convirtieron en los soldados de Ferraresi para combatir a Mayra y oficiar de anfitriones en cada desembarco del Intendente vecino.
Desde Avellaneda nunca pusieron expectativas serias en Berrozpe, y las que tenían en Burtoli se terminaron desvaneciendo en las últimas semanas, por eso el nuevo nombre que se baraja con entusiasmo es el de Claudio Arévalo.
El titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la Provincia de Buenos Aires ha tomado relevancia en el “axelismo”. Alineado con el Gobernador, con buen diálogo con su Jefe de Gabinete y un reciente acercamiento al Intendente de Avellaneda, Arévalo comienza a transformarse en una opción viable para todos.
El titular de ATE estuvo al frente de la sede distrital del gremio hasta su desembarco bonaerense. Conoce la ciudad y el municipio, además de contar con los afiliados y los recursos del sindicato. Si bien Arévalo dejó trascender que no está interesado en integrar las listas en el corto plazo, se ve participando a futuro en lo político electoral. Habrá que esperar.
Mientras tanto, las disputas entre el gremio y la Intendenta de Quilmes están a la orden del día. La reciente medida de fuerza de ATE y su protesta en el Palacio Municipal tienen el viejo y sólido reclamo de participar en la mesa paritaria. Pero el volumen del reclamo es a todas luces desmedido cuando tanto el aumento como los bonos decretados por la Intendenta superan largamente el promedio de la región. La cuestión política puede estar contaminado los asuntos gremiales.
Pero Arévalo no es el último que puede anotarse en esta búsqueda que lleva adelante Ferraresi para intervenir en el distrito. El intendente de Avellaneda mantuvo una reunión con los referentes de Juntos por Quilmes, Ángel García y Daniel Gurzi, para charlar sobre la situación política bonaerense y particularmente de Quilmes.
Seguramente el “axelismo” tiene a más actores políticos en su agenda, que irán apareciendo con el correr del tiempo. Lo que está claro, es la intención de convencer y sumar para lograr músculo político para enfrentar a Mayra.
Vale aclarar que cuando hoy decimos “enfrentar a Mayra”, nos referimos no sólo a que la Ley que impide la relección de los intendentes pueda ser modificada y eso le permita ir por una segunda reelección, sino también a la confrontación que puede darse con el sucesor o sucesora que emerja de sus filas.