Uno de los puntos en los que el folklore del futbol y el de la política se cruzan es en que la gente que participa de ambos espacio es extremadamente cabulera. La cábala es un lugar central sobre todo cuando se aplica a los victoriosos. En octubre de 2015 el PRO decidió cerrar la campaña electoral en el club Quintana de Lanús, ese día habían ido Mauricio Macri, María Eugenia Vidal (quien no era favorita a ganar la Provincia) y el organizador, Néstor Grindetti. Desde ese día el club Quintana ha sido la sede de los cierres de campaña de Cambiemos / Juntos por el Cambio de Lanús. Esta vez con una doble tarea, la de buscar ganar la Provincia y retener el municipio, la cábala fue puesta a prueba una vez más.
Grindetti y Diego Kravetz tuvieron su cierre local junto a la militancia en un club Quintana repleto. La gran diferencia a lo que hicieron hace dos años, es que la cancha tiene piso nuevo de parqué. Estuvieron acompañados en el escenario por el armado de la campaña bonaerense y diputado provincial, Adrián Urreli y el primer candidato a concejal Damián Schiavone.
En un marco de optimismo, quizás desmedido para las expectativas que parece tener el espacio a nivel nacional, el propio Urreli quien sorprendió al contar sobre la expectativa en la elección bonaerense: «Estuvimos viendo los números de la última semana. No sé si vieron el vídeo de Néstor que dice que estamos a tres puntos. La realidad es que estamos mucho más cerca. Pero para que eso pase necesitamos que Lanús sea el puntual de la elección», contó mientras el público se emocionaba y pidió hacer de Lanús la mayor diferencia con las otras fuerzas de toda la provincia.
En la misma línea fue el candidato a Intendente que pidió que Lanús sea «el lugar donde más voto saque la boleta completa» de Juntos por el Cambio en toda la tercera.
Aún así, fue el único que habló de corte de boleta. Pidió no «menos preciar» al vecino que elige otro candidato nacional sino «respetarlo». Aún así, aseguró que Lanús será el distrito que más voto le aportará a Patricia Bullrich en el Conurbano sur.
Y fijó el objetivo. Kravetz sostuvo que «el trabajo en la calle nos permite conversar con quienes votaron a Milei en primera vuelta, quizás enojados por la interna aspera que tuvimos, y en el ‘tête à tête’ convencerlos para que voten a Patricia».
En uno de los momentos bizarros de la noche, para cerrar pidió una ronda de abrazos entre los presentes, por 20 segundos para trasmitir energía, lo que la gente tomó como una invitación para comenzar a cantar «Néstor Grindetti Gobernador».
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Y fue Grindetti quien recordó la Cábala. Algo que tiene en común con Macri y que recrudeció desde que llegó a la presidencia de Independiente es que utiliza muchos ejemplos futboleros. La cábala fue uno de ellos, pero también la reiteración del valor de «equipo» que representa Juntos por el Cambio, con Bullrich al frente a diferencia de Sergio Massa y Javier Milei.
Con euforia, el intendente en licencia puso a Lanús como ejemplo de gestión y política: «Hemos demostrado en Lanús que cuando se labura pensando en la gente la gente escucha. Por eso es que después te pide respuesta. No me cabe ninguna duda que Lanús la vamos a ganar».
Grindetti cerró en un modo full termo cambiemita. En un lugar que no le suele ser propio profirió algunos insultos mientras aseguraba que Juntos por el Cambio tiene un objetivo que es «salvar a la Argentina del pozo que el kirchnerismo lo metió».
«Baradel, Kicillof, Moyano. Se acaba la joda en la Provincia», lanzó, como Bullrich en el debate y repitió el slogan de la campaña: «Vamos a sacar al Kirchnerismo de la provincia pero no hablo de personas sino de ese estilo pedorro que tienen de Gobernar».
Sumó un ejemplo interesante: «Ayer cerraron en Avellaneda (Unión por la Patria) y los muy cretinos avisaron a los jardines de infantes y la escuelas del barrio que no había clases porque no podían dar garantías. Reconocen dos inutilidades. No saben organizar un acto, pero además no pueden manejar la seguridad». Y ya emocionado, lanzó: «Y vamos a terminar con los ñoquis de la Campora de verdad no como Massa que ahora es socio».
«O zafamos en esta o no zafamos más. Hay cosas estructurales que si no arreglamos ahora no lo vamos a arreglar más», cerró y pidió llamó a pensar correctamente le voto.
El final del acto fue raro. Básicamente terminó y un grupo de gente comenzó a irse, no hubo música, solo unas palabras de agradecimiento. Habrá que ver si el discurso optimista le llegó a la militancia amarilla.