El precandidato a presidente de Política Obrera, Marcelo Ramal, visitó el estudio de El Termómetro junto al precandidato a intendente Joaquín Antúnez para dialogar sobre la elección y la campaña que llevan adelante. Habló sobre el ausentismo a la hora de votar, la derechización de la política, las opciones que ofrecen el oficialismo y Juntos por el Cambio, y finalmente la interna de la izquierda y sus propuestas para esta elección.
Ramal se refirió en primer término a la preocupación por posibles altos niveles de ausentismo en la próxima elección: “Lo que muestra el ausentismo es una insatisfacción con los que plantean gobernar el país, esto es lo que impacta fuertemente en este no concurrir a elecciones. El bloque político que se presenta como alternativa es el que llevo al país a una cesación de pagos hace muy poco, y el que quiere continuar gobernando el país no salió de esa cesación de pagos y no mejoró la condición de los asalariados”.
Respecto de cierta derechización de la política, el precandidato, afirmó que ese no es un fenómeno de la Argentina, sino mundial, en el que aparecen este tipo de expresiones y que “la misma gente que los vota después sale a las calles para repudiarlos, pasó en Jujuy, también en Salta y en Francia donde Macron, un derechista, ya ha enfrentado varias rebeliones populares. El voto a una alternativa de derecha parece la búsqueda de una salida desesperada. La población que opta por esa salida rápidamente se da cuenta que ha votado contra sus propios intereses”.
En ese sentido marcó un “desinfle político” de Javier Milei porque “su construcción política se ha revelado como una estafa” y eso deriva en un “derrumbe político”.
Respecto a las otras alternativas afirmó: “En Juntos por el Cambio hay una mortal división, el tema central que los envuelve es el fracaso del gobierno de Macri, los macristas hacen dos interpretaciones, la de Larreta que ve que Macri gobernó con el apoyo de una gran parte de lo que hoy están gobernando, y el de Bullrich piensa que Macri debió salir a romperle la cabeza a los trabajadores el día que asumió, y el Frente de Todos se tuvo que cambiar el nombre para postularse porque no puede hacerse cargo del gobierno que encabezó”.
Consultado sobre la división en la izquierda, que lleva diferentes listas a la elección afirmó que esas divisiones son por “diferencias profundas” que “no se pueden subsanar” porque hay un sector, dijo, que “ha vegetado” para transformarse “en un apéndice parlamentario” de los que gobiernan.
“Una izquierda auténticamente socialista hoy tiene la misión de colocar la crisis argentina en el escenario internacional convulsivo y dramático en el que nos encontramos. La guerra para financiarse necesita absorber capitales de donde sea necesario por eso se agravan las crisis de deuda, es el desencadénate de ataques furibundos a la clase obrera en el mundo entero, y el eje es la precarización del trabajo, la clase obrera está siendo liquidada. No es casual que un eje de esta campaña electoral sea el problema de la cuestión laboral, derogar indemnizaciones, aumentar periodos de prueba, esta escalada es muy importante”, afirmó Ramal.
Para el dirigente de Política Obrera “la única manera de salir de esto es dar vuelta las cuestiones nacionales en vez de rescatar a los acreedores de la deuda, hay que rescatar a los trabajadores” y para eso, dijo, es necesario “impugnar la carga de la deuda publica usuraria, sobre la cual es imposible cualquier reconstrucción social de los trabajadores”.
“Se debate que clase social tiene que tomar en sus manos las riendas del poder político. En vez de deuda pública, salario, en vez de rescate de los especuladores, rescate de los trabajadores, y articular la política en torno a eso”, propuso el precandidato y agregó: “El planteo de Política Obrera es dar vuelta las prioridades nacionales para que el salario y las jubilaciones sean puestas como prioridad”.
Finalmente, Joaquín Antúnez, precandidato a intendente de Quilmes sostuvo: “Ayer en una recorrida en Finexcor donde tenemos un comedor, lo que uno ve, es una síntesis de la miseria social, esta sobre un terreno contaminado y a la vera de un arroyo contaminado. Ahí encontramos un rechazo, ´acá políticos no queremos´ nos decían, cuando planteábamos lo que pensamos esto cambia. Acá en Quilmes lo que se ha caído es el relato de Unión por la Patria, la intendencia dice que hizo mil obras, pero esas obras no han mejorado las condiciones de vida de las familias del distrito. Esos vecinos en muchos casos no querían ir a votar, nosotros lo que propusimos es que ese enojo tenga una expresión a través de Política Obrera, queremos pasar el 1,5 por ciento proscriptivo para representar a los trabajadores”.